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Sanidad concluye que las prótesis mamarias de soja son peligrosas

Degradación

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Sanidad alerta del riesgo de rotura de prótesis mamarias

Las prótesis mamarias de soja Trilucent, de las que hay implantadas en España 1.832, implican un riesgo "potencial de exposición a productos genotóxicos", según una resolución del Ministerio de Sanidad, que determina que se localice a las portadoras para considerar su explantación. Tras conocer el pasado 6 de junio que las autoridades sanitarias del Reino Unido habían aconsejado que se quitaran todas las prótesis de soja implantadas en el país, la Dirección de Farmacia y Productos Sanitarios pidió los estudios toxicológicos existentes y constituyó un comité para analizar el caso, con cuyas conclusiones se ha llegado a la resolución citada. El comité está formado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, la Asociación Española de Cirugía Estética, la Comisión Nacional de Cirugía Plástica y Reparadora del Consejo Nacional de Especialidades Médicas y el Instituto Nacional de Toxicología. Aunque, hasta el momento, el ministerio no tiene conocimiento de que se hayan comunicado "efectos genotóxicos" en las portadoras ni en su descendencia, la Dirección General de Farmacia, "como medida de precaución", resuelve que se localice a las 900 portadoras de las mismas "al objeto de que, de manera conjunta con su médico, consideren la explantación" de las mismas.

"Ante la imposibilidad de descartar, con los conocimientos actuales, un posible riesgo de genotoxicidad derivado de la liberación en el organismo de productos de degradación procedentes del aceite de soja, material de relleno de las prótesis", esta dirección general aconseja la adopción de medidas anticonceptivas y desaconseja la lactancia materna mientras se lleven las prótesis.

El riesgo procede de la degradación del aceite de soja, "como consecuencia tanto de la liberación lenta y sostenida del relleno de las prótesis como de la ruptura de las mismas". Dado que son compuestos liposolubles, pueden aparecer en la leche materna, además de tener una potencial toxicidad sobre la reproducción. Las prótesis, según el texto de la resolución, "se encontraban conformes con la reglamentación europea aplicable", pero en 1998, tras solicitar las autoridades sanitarias del Reino Unido a la empresa Lipomatrix, fabricante de los implantes, datos sobre la seguridad a largo plazo de los productos de degradación procedentes del aceite de soja, la compañía decidió paralizar su fabricación y distribución. Aunque la resolución no establece quién correrá con los gastos de la explantación, en julio, la Sociedad Española de Cirujanos Plásticos aseguró que la empresa que comercializó los implantes sufragará los desembolsos derivados de la operación. La Asociación Española de Cirugía Estética aconsejó a las portadoras llamar a las sociedades de esta especialidad para pedir información sobre los gastos.

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