Médicos alemanes sacan adelante un bebé de 275 gramos

El límite para la supervivencia de los bebés prematuros se sitúa, actualmente, en los 275 gramos. Esta era la cifra que dio en la báscula un niño que nació a las 25 semanas de gestación el 25 de junio en la Universidad Médica de Gotinga (UMG), según informa la agencia Efe. Los médicos han esperado hasta ahora a comunicar el caso, ya que las probabilidades de que el pequeño sobreviviera eran muy escasas.

Es el primer caso de un varón que nace con tan poco peso que sale adelante. Antes que él, ya había habido tres niñas en el mundo con los mismos gramos que han sobrevivido. Los médicos no han indicado si el bebé tiene alguna secuela.

El caso es un nuevo avance en la neonatología. Los bebés prematuros tienen múltiples problemas (falta de madurez de los órganos, y también falta de equipos adaptados para los cuidados que necesitan). Pero en este caso, el niño se vio favorecido por el tiempo que llevaba de gestación. De los dos factores que influyen en la supervivencia de un recién nacido (tiempo de gestación y tamaño), se ha demostrado que el que cuesta más de rebajar es el primero. Los avances en microcirugía y en micromedicina en general permiten sacar adelante a niños más pequeños, pero, en cambio, parece que hay un límite inferior de tiempo que un feto debe estar en el vientre materno antes de ser un bebé viable. Este límite está en las semanas 21 o 22. Y no se consigue rebajar.

La frontera temporal es importante porque se utiliza, por ejemplo, en muchas legislaciones para restringir la práctica del aborto. Si un feto no es viable a la semana 15, bastaría con inducir el parto para que el niño nazca muerto o sin posibilidades de sobrevivir. En cambio, a partir de la semana 20 o 21, existe una remota posibilidad de que ese feto salga adelante, aunque en muchos casos a costa de mucho sufrimiento y graves secuelas.

Por ejemplo, en el reciente debate sobre la modificación de la ley del aborto en España, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia pidió que se prohibiera la interrupción del embarazo a partir de la 22 semana de gestación, ya que consideraba que se trataba de la eliminación de "un feto viable".