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Muere una niña de tres años con signos de maltrato

Un juez de Tenerife prorroga el arresto de la pareja de la madre

El pasado 26 de octubre, la pequeña Aitana, con apenas tres años, entró por primera vez en el colegio Luis Álvarez Cruz de Las Galletas (en la costa sur de la isla de Tenerife). Desde entonces, ninguno de los docentes del centro percibió la más mínima señal de que estuviera sufriendo malos tratos, excepto unos rasguños que su tutora asegura que se hizo al caerse en un parque. En la madrugada de este viernes, Aitana murió en el Hospital Universitario de La Candelaria después de haber remontado continuas paradas cardiacas desde el martes.

Esa noche, el novio de su madre la llevó al centro de salud de El Mojón, donde los médicos encontraron una niña llena de golpes, quemaduras e incluso con indicios de desgarros vaginal y anal. Alertados, los facultativos avisaron a la Guardia Civil, que detuvo a ese hombre, de 24 años, por un presunto delito de lesiones graves. Mientras su madre trabajaba, él estaba al cargo de la niña.

El detenido dijo, al justificar las señales de golpes, que se caía mucho
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Aquella misma noche, la pequeña tuvo dos paradas cardiacas y fue trasladada al Hospital de La Candelaria. Un segundo informe de este centro descartó agresión sexual. El detenido negó siempre ser autor de ningún tipo de lesiones. Justificó las señales de golpes alegando que la niña se caía mucho. Y dijo que las quemaduras se debían a que se había bañado con agua muy caliente. Ante los agentes, siempre rechazó cualquier ataque sexual.

La madre de la niña y su nueva pareja llegaron desde Madrid a Tenerife a finales de verano y hacía apenas un mes que se habían empadronado. Vivían en Costa del Silencio, al sur de la isla canaria. No eran usuarios de ninguna de las ayudas de los servicios sociales municipales, según reconoció la concejal de Servicios Sociales de Arona, Clara María Pérez. Tampoco constan alertas policiales durante este tiempo, tal y como confirmó el concejal de Seguridad, Manuel Reverón.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal buscaban ayer explicación científica a lo ocurrido, mientras el titular del Juzgado de Instrucción 7 de Arona, Nelson Díaz Frías, interrogaba durante toda la jornada al detenido. El juez decidió a última hora de la tarde prorrogar la detención del sospechoso mientras se practican nuevas diligencias.

A las puertas de los juzgados también se encontraba la madre de Aitana, en estado de shock, acompañada de la abuela, el padre biológico de la pequeña y otros familiares. Su intención es llevarse el cuerpo de Aitana para enterrarla en Madrid, dijo la concejal Clara María Pérez. No pueden regresar al hogar donde ocurrieron los hechos, por estar precintado. El Ayuntamiento de Arona les ha facilitado alojamiento, apoyo psicológico y un vehículo para sus desplazamientos por la isla. "Nos han insistido mucho en que los medios de comunicación les respeten y dejen de publicar barbaridades y falsedades", afirmó Pérez.

Los forenses tratan de determinar si las lesiones causadas son producto de un solo acto violento o la sucesión de golpes durante días o meses y de conocer qué fue exactamente lo que le produjo la muerte a la pequeña. También rastrean la presencia de sustancias que se hubieran podido utilizar y analizan distintas muestras. "Toda esta información nos aportará una conclusión científica que será congruente o contraria al testimonio del, por ahora, único detenido", informó José Antonio Cuéllar, responsable del laboratorio del Instituto Nacional de Toxicología y de Ciencias Forenses en Tenerife.

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