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Reportaje:BOLIVIA

El Niño despierta la voracidad del mosquito

Las inundaciones causadas por el fenómeno climático llamado El Niño, que este año ha azotado a Bolivia con especial virulencia, han despertado el fantasma de las enfermedades infecciosas. Entre ellas, la malaria y, sobre todo, el dengue, que vuelve voraz a las ciénagas bolivianas.

En su variante hemorrágica, ha causado ya la muerte de una persona en Santa Cruz, mientras otras cinco están bajo tratamiento.

Son parte de los más de 1.800 casos de dengue registrados en el país, según ha confirmado el responsable nacional del control de enfermedades por transmisión, Juan Carlos Arraya.

Arraya, médico epidemiólogo, señala que el aumento de casos de dengue está dentro de lo previsible en las áreas de riesgo, como las ciudades de Santa Cruz (con 770 casos), Cobija (210) y Trinidad (100), además de Cochabamba y otras.

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El principal temor que despierta esta enfermedad endémica en algunas zonas de Bolivia es que las sucesivas picaduras ?de un año a otro? y de distintas variedades del virus en una misma persona pueden causar el dengue hemorrágico, el más mortífero y de difícil control médico.

En Santa Cruz se han registrado ya unas tres epidemias en los últimos años y en 2007 se teme un incremento del dengue hemorrágico.

Con todo, lo peor puede estar por llegar. “El dengue es una enfermedad urbana, pues los focos de reproducción se dan en agua limpia acumulada en envases dentro de las casas y el periodo de incubación de las larvas es de siete a 10 días”, recuerda Arraya.

El trabajo de las autoridades de salud en las zonas endémicas está centrado en la eliminación de criaderos por medios físicos (vaciado de recipientes) y en una campaña para que especialmente las amas de casa no dejen durante días agua limpia en recipientes descubiertos.

Los contenedores de agua, como los tanques utilizados en zonas urbanas con acceso parcial al agua potable, están siendo sometidos a limpieza con productos químicos (larvicidas), mientras que las zonas de riesgo son fumigadas para matar a los mosquitos adultos.

Al riesgo del dengue se une la la incidencia, a corto plazo, de la malaria.

Las inundaciones de El Niño ?que han afectado a más de 72.000 familias y al 65% del territorio nacional, especialmente del noreste boliviano? y el paulatino descenso de las aguas va a determinar un gran crecimiento de la población del mosquito transmisor de esta enfermedad.

Varios animales se refugian en la única franja de tierra tras la inundación en Beni.
Varios animales se refugian en la única franja de tierra tras la inundación en Beni.AP

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