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Los rectores se oponen a las propuestas de Rajoy sobre la selectividad

Rechazan que el examen tenga menos valor que el expediente de bachillerato

Los rectores españoles rechazaron ayer dos de las principales medidas propuestas por el ministro de Educación, Mariano Rajoy, para reformar la selectividad, una iniciativa del PP que, tras numerosas idas y venidas ministeriales, ha tropezado con todo tipo de obstáculos entre la comunidad educativa. En el pleno del Consejo de Universidades celebrado en Madrid, los rectores se opusieron a que el expediente académico cuente más que la prueba de selectividad (60%-40%), por el riesgo de que algunos centros suban arbitrariamente las notas de bachillerato, y también a la doble corrección, por las dificultades organizativas y el coste que supondría.

Rajoy ha incorporado a su iniciativa las líneas fundamentales del dictamen elaborado hace dos años por una comisión del Senado. Además del cambio en la ponderación del expediente y el examen (actualmente 50%-50%) y la doble corrección (que sería triple en caso de gran discordancia), el ministro propone que las materias vinculadas a la especialidad de bachillerato tengan un valor del 80% (ahora, el 66%), y que las 12 horas de exámenes se distribuyan en tres días (ahora, dos). En el pleno del Consejo de Universidades (del que, además de los rectores, forman parte los consejeros autonómicos y ministeriales y representantes designados por el Parlamento), los rectores plantearon si no una enmienda a la totalidad, sí a dos de las principales medidas planteadas.

El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Saturnino de la Plaza, expresó su rechazo a que se refuerce el valor del expediente por el riesgo de que se pierda objetividad: "La nota del bachillerato en muchos casos está en función del rigor de los institutos, por lo que puede ser discriminatorio para algunos alumnos". De la Plaza dijo que la mayoría de los países europeos otorga al expediente y a la prueba el mismo valor.

La doble corrección de los exámenes, reclamada por el Senado como forma de objetivar los resultados, tiene el inconveniente, según el presidente de los rectores, de un coste superior y una gran complejidad organizativa que podría llegar a retrasar el proceso de inscripciones y matriculaciones.

De la Plaza considera que se podría perfeccionar la objetividad mejorando la estructuración general de la prueba y estableciendo criterios de corrección estrictamente definidos. El rector se quejó de que las universidades apenas tienen la posibilidad de participar en la elaboración de la prueba y la elección de los tribunales: "Todo se deja en manos de las administraciones".

Una medida no propuesta por el ministerio, pero aprobada ayer por el Consejo, es elevar de 4 a 5 la nota mínima en la prueba de selectividad para aprobar. Ahora, un 4 se puede compensar con un 6 en el expediente.

El secretario de Estado de Educación y Universidades, Jorge Fernández Díaz, aseguró: "El ministerio tendrá en cuenta la opinión de toda la comunidad educativa" antes de aprobar el texto definitivo, que pretende tener listo en octubre para que entre en vigor en las pruebas del año próximo.

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