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Barricadas viguesas contra la basura

Dos heridos y 25 detenidos en la nueva protesta de ayer contra una pIanta de transferencia de residuos

El vecindario vigués de Guixar no va a cejar en su lucha contra la construcción de una planta de transferencia de basuras. Después de un fin de semana de tregua, ayer tarde se formó una nueva barricada, que fue respondida con una contundente carga policial. Dos personas resultaron heridas y al menos 25 fueron detenidas en los enfrentamientos. Para hoy, los vecinos han llamado a huelga general. Los vigueses de Guixar piden la paralización de las obras de la planta, pero el alcalde, Carlos Príncipe, que recuerda las urgencias que acucian a la ciudad por causa de las basuras, ha declarado que sólo las parará mediante auto judicial y achaca los disturbios a una minoría.La tregua, después de tres días de violentos enfrentamientos con la policía, permitía a los servicios de limpieza, a mediodía del sábado, ir amontonando los cascotes calcinados y aún humeantes del mobiliario urbano empleado para barricadas y hogueras. Los plásticos de los contenedores, como la goma de los neumáticos que no llegó a consumirse, se mostraban renegridos, retorcidos por el fuego; cristales rotos y cabinas telefónicas hechas añicos.

Hasta el miércoles de la semana pasada, este vecindario de Guixar había reunido 17.000 firmas y protagonizado unas 70 manifestaciones de protesta, todas pacíficas, desde que se anunció en mayo que la planta de transferencia de basuras iría en esos terrenos comprados a Renfe por el Ayuntamiento. El miércoles, una excavadora comenzó las obras y fue. como una declaración de guerra. Ha habido ya pedradas, cohetes, tirachinas, cócteles molotov, barricadas y vehículos incenciados.

La policía ha respondido contundentemente con balas de goma, botes de humo y porrazos a mansalva. Los vecinos se quejan de que han violentado las puertas de las casas en las persecuciones. Una docena de heridos de todas las edades es el balance provisional.

"Aquí vamos a construir una planta de transferencia, que no conlleva ningún riesgo sanitario n¡ ambiental", asegura la concejal de Limpiezas, Dolores Villarino.

Los vecinos se quejan de que la instalación está a 70 metros de las casas, cuando el mínimo legal para, las industrias molestas, insalubres y peligrosas se señala en. 2.000. El barrio de Teis tiene 35.000 habitantes 10.000 viven en un radio de 500 metros desde el enclave de Guixar previsto para la planta.

El PP local ha pedido la paralización de las obras en tanto no se produzca una resolución judicial. Las motivaciones políticas -un hipotético desgaste del Gobierno municipal, de izquierda en coalición, buscado por el PP-, las medioambientales y la mera protesta vecinal en otros lugares, encarrilaron el destino de Teis. "Aquí estamos hartos de dar servicios a la ciudad, mientras al barrio no se le concede ninguno", repiten en la asociación de vecinos, que suscribe la demanda de los de Guixar, pero no sus métodos.

Todos blanden como agravio comparativo los sucesivos estrangulamientos que ha sufrido Teis desde los años sesenta y temen que el barrio le convierta en centro de recepción de toda la basura de la provincia (500 toneladas al día).

El Ayuntamiento de Vigo produce 300 y lleva años tratando de encontrar para estos desechos el tratamiento más indicado. El vertedero municipal está colmado y la Xunta proyecta planes para los residuos sólidos de toda Galicia.

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