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Reportaje:

Padres famosos, dejen en paz a sus hijos

Justicia y autoridades tratan de actuar para frenar la violación de la intimidad de los niños - Todo se complica cuando el mayor enemigo es el propio progenitor y las televisiones hacen caja

Ellos son famosos. Venden su vida a los medios de comunicación. Y hablan sin tapujos de sus intimidades, todo con tal de acaparar portadas y espacios televisivos. ¿Pero tienen derecho a vender la intimidad de sus hijos? La reciente intervención del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid para preservar la vida de la hija del torero Jesús Janeiro, Jesulín de Ubrique, y la mediática Belén Esteban ha abierto el debate de dónde están los límites. Arturo Canalda, Defensor del Menor, puso en marcha la maquinaria legal que tiene a su disposición para que Andrea, una menor de 10 años, deje de ser personaje de la prensa del corazón. Para ello pidió a la fiscalía que estudiara si se había vulnerado su derecho a la intimidad, y a la cadena Telecinco que dejara de hablar de la niña. Será un juez quien determine si hay causa y qué medidas se deben adoptar.

"Si quieren hablar de los menores, que pidan permiso al juez", dice un fiscal
La sobreexplotación de los pequeños deriva a la larga en estrés
Las apariciones de Belén Esteban hablando de su hija suben audiencias
Hay famosos que acuden al Defensor pidiendo protección para sus familias
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Un mes después de que Canalda abriera el proceso, la noticia se convirtió en tema de debate de todas las tertulias televisivas. En Telecinco, lejos de callar, el asunto se convirtió en monotema con Belén Esteban como gran estrella. "Yo por mi hija mato... nadie me va a prohibir hablar de mi hija", repitió una y otra vez.

Telecinco se ha aprovechado del tirón de Belén Esteban, que cuenta con muchos seguidores porque ven en ella a la chica de pueblo sin mucha formación que lucha por los suyos. Las audiencias se han disparado. En los últimos meses, la guerra que mantienen Antena 3 y Telecinco se ha recrudecido. Ambas cadenas se pelean por acaparar a los telespectadores y usan los programas del corazón como fuerza de choque. Nada mejor que este asunto para poner toda su artillería en combate.

Fue Antena 3 quien primero insinuó que el Defensor del Menor iba a actuar para proteger a la hija del torero y Belén Esteban, a lo que Telecinco respondió desvelando todo lo que sabían.

La audiencia se quedó con Sálvame, el programa en el que Belén Esteban es copresentadora. La audiencia del viernes en que estalló la polémica fue de 2.006.000 espectadores, un 18,5%, por encima de DEC, de Antena 3, con 1.584.000 espectadores y un 14,6%.

Ayer el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) anunció que pedirá a la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI) que actúe "urgentemente" para erradicar la "telebasura" en horario de protección infantil que, según denunció, emite de manera "especialmente grave" el programa Sálvame de Telecinco e hizo un llamamiento a los padres para que contribuyan a salvaguardar los derechos de los menores.

En plena explosión mediática, la intervención del Defensor del Menor llegó a ser interpretada como el intento de arrebatar la hija a la madre. Algo imposible. El Defensor lo único que puede hacer es pedir la actuación del fiscal y éste llevar el tema ante el juez. Nada más. La custodia de la niña no es de su competencia.

Félix Pantoja, durante muchos años fiscal jefe de Menores, cree que la actuación del Defensor ha sido la correcta en esta ocasión porque es la que marca la ley. "Cuando un famoso quiere hablar de su hijo menor, lo que debería hacer es pedir permiso al juez", dice, a la vez que reconoce que es difícil que la norma se cumpla. "Hay que velar por la intimidad de los niños. Los padres pueden hablar de su propia vida, venderla, pero no la de sus hijos, que al ser menores deben estar protegidos por la ley".

Pantoja fue uno de los fiscales que más luchó para que las caras de los pequeños se taparan en los medios de comunicación. "Pero, ¿de qué sirve tapar la imagen de un menor si luego se airea su vida?", se pregunta.

Andrea no sale hace tiempo en los medios. Pero de ella se sabe si se come el pollo o no -uno de los vídeos más repetidos de la televisión-, si su padre la visita, si le paga la pensión, si va a su primera comunión... Belén Esteban justifica toda esta información difundida a través de los medios como la manera que tiene de defender los derechos de su hija frente a la familia paterna; en ningún caso cree que está vulnerando la intimidad de su hija.

Esteban se queja además, y lo repite constantemente en televisión, de que el Defensor del Menor no se haya puesto en contacto con ella. La ley no lo exige. Y ella tampoco ha pedido una entrevista con la oficina del Defensor, aunque en el pasado sí acudió a ella para pedir ayuda.

Canalda envió el escrito a Telecinco porque era el medio en el que se difundía la vida de la menor de manera repetitiva. La cadena ha zanjado el asunto a través de uno de sus portavoces a preguntas de EL PAÍS. "Éste es un asunto familiar de Belén Esteban".

Rocío Ramos Paul, psicóloga infantil, considera que la sobreexposición de los menores a la larga crea estrés en los pequeños. La especialista advierte de que la actitud de los padres es fundamental cuando éstos son famosos. "Hay maneras de hablar de un niño cuando alguien tiene repercusión mediática. Se puede decir: 'Soy muy feliz con mi hijo' y zanjar el asunto. Lo malo es cuando se deja entrar en la intimidad de los pequeños, en la de la familia".

Ramos Paul considera que no es perjudicial que un personaje público pose, por ejemplo, con su hijo cuando éste hace la comunión. "Lo perjudicial es cuando la cosa no queda ahí y se expone la vida del niño. Hay que defender los derechos de los menores que muchos padres están violando".

"Los niños tienen derecho a la intimidad. Se puede ser hijo de un personaje conocido y no salir en los medios, hay casos que todos conocemos", apunta Beatriz Azagra, psicóloga clínica. "También es fundamental que los padres famosos expliquen a sus hijos cómo son las cosas, que relativicen todo, que separen la vida pública de la familiar", añade. "No conozco a Belén Esteban y tampoco sé si todo lo que sale en la tele es verdad, pero en este caso, como en todos, lo importante es el entorno familiar de esa niña".

Javier Urra, que fue Defensor del Menor y es fiscal forense y profesor de ética, advierte de que hay una gran tarea por hacer para defender los derechos de los niños a tener su intimidad. "Hace años conseguimos la colaboración de los medios de comunicación para tapar las caras de los menores, pero de qué sirve si luego se cuenta su vida pormenorizada en los medios. Las medidas se toman cuando hay unas bases objetivas, y es lo que se ha hecho con esta niña. Al no tener la institución carácter ejecutivo, se ha enviado a la fiscalía para que lo estudie".

Son muchos los famosos que cuando firman una exclusiva con una revista del corazón venden la boda, el viaje de novios y el primer embarazo. Es decir, la vida privada de los bebés es objeto de comercio antes de nacer.

El propio Jesulín de Ubrique bautizó a las 12 de la noche a su segunda hija, Julia, la primera que tuvo con María José Campanario, para proteger una exclusiva. La actriz Paz Vega comerció con unas fotos de sus últimos días de embarazo.

Hay celebridades que le dan al asunto un tinte solidario. Brad Pitt y Angelina Jolie vendieron las primeras fotos de sus mellizos por 10 millones de dólares a la revista People. El dinero lo destinaron a causas benéficas. Otros, por el contrario, se enfrentan a las ONG. Por ejemplo, la cantante Madonna, que ha sido criticada por la exhibición de sus hijos adoptados y por la manera en que se han llevado a cabo los acogimientos. Ella no ha vendido exclusivas, pero los ha mostrado en exceso.

Hay famosos, en cambio, que acuden a las instituciones a reclamar privacidad para sus familias. Borja Thyssen pidió protección hace meses al Defensor del Menor. Fue cuando desde varios programas de televisión se habló de sus hermanas, las hijas gemelas que la baronesa Thyssen tuvo mediante un vientre de alquiler en EE UU. Algunos tertulianos de esos programas aseguraron que las niñas se parecían mucho a su hermano y que había una gran exclusiva por medio para revelar la identidad del padre de las menores.

En la oficina del Defensor del Menor se han recibido peticiones de ayuda de padres famosos que piden protección para sus hijos. En siete casos se ha actuado con resultados. Pero desde la institución no quieren facilitar más información para no contribuir a aumentar la polémica.

Arturo Canalda, el Defensor del Menor, ha logrado con su intervención para preservar la intimidad de Andrea Janeiro el efecto contrario al que pretendía. Desde hace dos semanas el asunto está en todas las tertulias, y él en los medios dando explicaciones. Canalda ve en todo ello algo positivo: "El debate está en la calle".

"Es necesario elaborar un código de conducta para fijar las normas que velen por la intimidad de los menores", anuncia Canalda. "En los próximos días nos vamos a reunir con la Asociación de la Prensa y con miembros de la abogacía para elaborar unas normas. No se trata de esconder a los niños, sí de evitar que éstos estén permanentemente expuestos en los medios de comunicación. No estoy en contra de que los niños dejen de salir en las fotos con sus padres, sí de que éstos desvelen su intimidad. La propia Belén Esteban, por ejemplo, ha admitido que los compañeros de clase de su hija la preguntaban si se había comido el pollo o no. Y eso, a la larga, no es bueno para la menor".

Varios de los expertos consultados sostienen que el caso de la hija de Belén Esteban se asemeja a lo que en su día sucedió con Lola Flores cuando Hacienda le impuso una multa millonaria por no pagar sus impuestos. Creen que con esta actuación el Defensor busca llamar la atención a los medios de comunicación, y en especial a los programas del corazón, para poner límites a la vida privada de los personajes, sobre todo si son menores.

Instrucción de la fiscalía 2/2006

- La difusión de la imagen de un menor en un medio de comunicación exige contar con el consentimiento del menor maduro o de sus representantes legales, según la Fiscalía del Menor.

- Aun contando con los preceptivos consentimientos, si la difusión de la identidad o imagen del menor puede considerarse contraria a sus intereses, la intromisión será en principio ilegítima.

- No procederá en general el ejercicio de acciones por parte del ministerio fiscal ante la emisión de programas o la publicación de fotografías en los que aparezcan menores en actividades con dimensión pública tales como concursos y debates, siempre que las propias circunstancias que rodeen la publicación excluyan el perjuicio para los intereses de los mismos.

- El acoso, abordaje o seguimiento por reporteros de un personaje público cuando está acompañado de sus hijos menores puede ser en sí gravemente lesivo para los mismos y, por tanto, puede requerir del ejercicio de acciones por parte del ministerio fiscal en defensa de la intimidad del menor, aunque la imagen captada no llegue a ser reproducida o se publique utilizando mecanismos de distorsión.

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