París estrena coches eléctricos

En su apuesta por reducir el tráfico y los niveles de contaminación, el Ayuntamiento de París inaugura hoy un nuevo sistema público de alquiler de coches. Inspirado en el éxito del servicio de bicicletas municipales Vélib', el Autolib' contará con coches eléctricos construidos por el grupo Bolloré con batería de metal litio y polímeros, pensando esencialmente para trayectos urbanos. Se llaman Bluecar. El Ayuntamiento de París y las autoridades de su región incluidas en el proyecto esperan que la iniciativa permita reducir a largo plazo en 22.500 el número de coches individuales en la capital y los 44 municipios de su región que se han sumado al proyecto.

"Hemos hecho prueba de mucha audacia, el sistema Autolib' no existe en ninguna parte del mundo", se enorgullecía el alcalde de París, Bertrand Delanoë, en vísperas de la fase de prueba, iniciada hace tres meses. "Ahora tenemos que cumplir con el desafío para que funcione. El día que lo haga de verdad supondrá un cambio para todas las grandes ciudades del mundo", añadió el político socialista, que hoy inaugura la apertura al público del sistema junto al empresario Vincent Bolloré. Un estudio municipal concluye que cada Bluecar en circulación evitará la circulación de cinco vehículos privados. El proyecto, además de París, se extiende a 44 localidades de la región Île-de-France. En la capital y los municipios que se han sumado al proyecto viven casi cinco millones de personas.

Los promotores confían en reducir la contaminación y el tránsito

Un total de 300 vehículos y 250 puntos de alquiler y devolución estarán disponibles a partir de hoy, 180 de ellos dentro de París. Los de mayor tamaño cuentan con una caseta donde atienden los empleados. El número de coches en alquiler aumentará gradualmente hasta los 3.000 dentro de un año y se abrirá un total de 1.100 estaciones, cada una con una media de cinco vehículos, que están conectados para recargar la batería.

El Autolib' sigue la misma filosofía que el Vélib', el sistema de alquiler de bicicletas lanzado por el Ayuntamiento en 2007, similar al Bicing de Barcelona: el coche se recoge sin reserva previa en cualquiera de los puntos y se puede dejar en otro.

El vehículo, que tiene cambio automático, cuenta con un GPS que informa de las estaciones de alquiler más cercanas y de la disponibilidad de plazas libres para restituirlo.

Los usuarios tienen que abonarse en uno de los espacios, donde se les pide el carné de identidad, el permiso de conducir y una tarjeta bancaria. El abono anual cuesta 144 euros, el semanal 15 euros y el diario 10, pero solo da permiso para circular. Cada media hora cuesta entre cinco y ocho euros en función del abono.

El dispositivo es una enorme apuesta del grupo Bolloré, que gestiona ya el Vélib'. La empresa ha asumido el grueso del coste de la puesta en marcha del sistema, que se eleva en total a 235 millones de euros. Las Administraciones públicas han participado con 35 millones y el resto corre a cuenta del grupo del empresario bretón y gran amigo del presidente Nicolas Sarkozy. A esto se sumarán unos 80 millones anuales de gastos de funcionamiento, en los que se incluye al personal -en total la empresa planea emplear a unas 1.000 personas- y el mantenimiento de la flota. Bolloré calcula que para que el servicio de préstamo de coches eléctricos sea rentable tendrá que alcanzar los 80.000 usuarios en los próximos siete años.

Para el empresario, el Autolib' es sobre todo una vitrina para su gran apuesta industrial. El Bluecar se diferencia del resto del mercado porque cuenta con una batería de metal litio y polímeros, cuando el resto de los coches eléctricos han optado por una de litio. Bolloré asegura que es más ligera y que la autonomía es mayor, de unos 250 kilómetros, frente a los 150 del modelo de Renault, por ejemplo. La velocidad máxima es de 130 kilómetros por hora.