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El Parlamento vasco abre un debate sobre la educación en casa

Después de que la Fiscalía de Menores de San Sebastián abriese diligencias contra Ketty Sánchez y su marido por no escolarizar a sus hijos en 2007, la madre pudo ayer explicarse junto a otros padres partidarios de la educación en casa ante la Comisión de Educación del Parlamento vasco.

En las dos horas de comparecencia, expuso, junto a los representantes de la Asociación por la Libre Enseñanza (ALE), por qué se decantó por esta opción admitida bajo control en otros países de la UE (Francia, Reino Unido o Portugal) y en EE UU. En España, la ley lo prohíbe con dos argumentos: la garantía de que aprendan unos conocimientos mínimos y la necesidad de que convivan con otros niños.

"Hemos salido contentos de la reunión", aseguró Sánchez por teléfono. Añade que lo hizo "por logística", porque sus hijos "iban a colegios distintos", pero admite que también influyeron sus creencias religiosas -está casada con un estadounidense y ambos son evangélicos baptistas-. "Les enseñamos la teoría de la creación, pero también la teoría de la evolución para que sepan lo que todo el mundo piensa", explica. Sus cuatro hijos, de entre 6 y 12 años, están matriculados en una academia de educación a distancia para obtener la titulación estadounidense.

Apoyo de PSOE y PP

Los hijos de Sánchez hablan inglés, español y euskera. Los mayores también reciben clases de francés y alemán y tocan el piano, el violín y el trombón. Hay unas 2.000 familias educando en casa, según la ALE. "Es una opción minoritaria, pero hace falta regularla", resumió el portavoz parlamentado del PP en educación, Iñaki Oyarzábal, "sobre todo para dar garantías suficientes de que los menores reciben la educación adecuada", añadió. En el mismo sentido se pronunció el socialista Antonio Rivera: "Hay consenso entre los partidos. Somos la excepción entre los países desarrollados, así que probablemente presentemos alguna moción".

La madre no cree que sus hijos necesiten relacionarse con otros niños en un ambiente escolar para formarse adecuadamente. "El mejor lugar de socialización es la familia. Sólo sales a buscar a la calle lo que te falta en casa. Una de mis hijas no hablaba cuando iba a la escuela. Desde que está con nosotros, parece otra", asegura. Una apretada agenda extraescolar facilita el contacto de sus hijos con otros niños.

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