Perelman rechaza el millón de dólares

Grigori Perelman ha dicho definitivamente no al Premio del Milenio, dotado con un millón de dólares. El excéntrico matemático ruso ha comunicado al Instituto Clay su negativa a recibir el galardón, que le fue concedido por resolver la conjetura de Poincaré, uno de los siete mayores enigmas matemáticos al inicio del siglo XXI.

Esto se sabe porque lo ha hecho público el instituto, pero no existen declaraciones directas de Perelman, quien sigue, a sus 44 años, en su línea de no aparecer en público desde que en 2006 no acudió a Madrid para recibir la medalla Fields, la distinción más prestigiosa de las matemáticas. El genio ruso vive en un pequeño apartamento en las afueras de San Petersburgo, con su madre, que recibe una pensión mínima. Da clases de matemáticas para vivir, según los medios de comunicación rusos, pero desde 2005 no trabaja en instituciones académicas.

Una versión de por qué ha rechazado finalmente el galardón, que le fue otorgado en febrero pasado, indica que Perelman cree que su aportación a la resolución del problema no fue más importante que la del estadounidense Richard Hamilton, quien indicó el camino a seguir.Esto mostraría que sigue dolido por la conducta de algunos de sus colegas, según dejó entrever en declaraciones recogidas en la revista The New Yorker en 2006. Concretamente Hamilton, según Perelman, no aceptó que trabajaran juntos, acusación que el primero ha negado.

El Instituto Clay señaló ayer que el próximo otoño decidirá el destino del dinero del premio "en beneficio de las matemáticas". Perelman fue premiado por la primera solución hallada para uno de los problemas seleccionados en 2000 por esta institución privada. "La solución de la conjetura de Poincaré fue una sorpresa total", dijo recientemente a EL PAÍS su director, James Carlson, "y eso es lo que pasará seguramente con los demás problemas. Es imposible saber cuál será el próximo en resolverse".