Piedras con sabor para el obispado

La comarca de La Vera, al norte de Cáceres, es una de las joyas de la región extremeña. Un fenomenal paisaje donde un buen puñado de pueblos conserva el sabor de las viejas piedras. También sus iglesias. Al menos en 11 pueblos el Obispado de Plasencia ha puesto a su nombre los templos. Los alcaldes fueron avisados, pero la cosa se ha quedado tal cual. "Todos pensaban que las iglesias son siempre de los obispos, cuando no siempre es así", dice un vecino de la zona que prefiere el anonimato. Solo en dos, Madrigal y Valverde (famoso por los empalaos de la Semana Santa), se pidieron algunas explicaciones. En el caso de Valverde estaba en juego el atrio, que, según explica esta fuente, ha sido devuelto. En otros pueblos, la plazoleta del templo ya tiene dueño. En Pasarón de la Vera los vecinos recogieron firmas, pero el sermón del párroco pudo más que sus voluntades.

A las preguntas de este vecino de la comarca, el obispado le respondió que todo seguirá igual, que solo se ha hecho para evitar que cualquiera ponga las iglesias a su nombre. "Les pregunté por qué entonces no las habían registrado a nombre de las juntas parroquiales y dicen que porque no tienen personalidad jurídica. Es completamente falso, se la reconoce el derecho civil, pero también el canónico", explica este experto. "Me molesta terriblemente este expolio, porque no solo se quedan con la iglesia, sino con todo lo que hay dentro, y me sorprende la pasividad de los Ayuntamientos ante esta oportunidad de devolver al pueblo lo que es suyo", dice. El alcalde de Madrigal, Urbano Plaza, explica que solicitaron información "sobre la propiedad de la iglesia, de la casa del cura, del antiguo cementerio. Parece ser que les pertenece", dice, así que da el caso por cerrado. Este diario intentó, sin éxito, recabar la versión de la alcaldesa de Valverde, Natalia Deprez, pero estaba reunida primero y de viaje después.