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Polvo y cenizas de una estrella muerta

Los telescopios espaciales 'Chandra' y 'Spitzer' fotografían los restos de una supernova

Dos telescopios espaciales de la NASA, el Chandra y el Spitzer, se han utilizado de modo combinado para fotografiar un rincón del cielo en el que una estrella explotó y ahora se observan allí sus restos polvorientos, que están englobando a los astros vecinos. En la imagen del objeto celeste (denominado G54.1+0,3) se distingue, en azul, el registro del Chandra (un observatorio de rayos X) y en verde, rojo y amarillo los datos del Spitzer (infrarrojo). La fuente blanquecina cerca del centro de la imagen es una densa estrella de neutrones que gira muy rápido sobre sí misma, un pulsar, que es lo que ha quedado del astro que colapsó y explotó. El material -polvo y ceniza- que salió despedido en la supernova a gran velocidad se expande en su entorno y resulta iluminado.

Una supernova se produce cuando un astro mucho más masivo que el Sol agota su combustible (el hidrógeno que alimenta el reactor termonuclear de su interior y que la hace brillar) y entonces colapsa y explota. Los científicos saben que por este mecanismo se fabrican y dispersan en el universo los elementos químicos más pesados que los pocos que se formaron en el Big Bang.

El caso de G54.1+0,3 es interesante para los astrónomos porque el entorno en que explotó esta supernova permite observar el polvo que normalmente es demasiado frío para verlo incluso en infrarrojo. Lo que sucede ahí es que el polvo de la supernova, a medida que se expande por los alrededores, calienta y enciende los astros que hay cerca de manera que el fenómeno es visible. También juega un papel el flujo de partículas de alta energía que genera el pulsar. Sin la presencia de esa familia estelar vecina, explican los investigadores del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, no se vería este polvo hasta que lo calentase la onda de choca de la propia supernova, pero esa misma onda de choque destruiría muchas partículas de polvo, mientras que en este caso los astrónomos están viendo ya el polvo en condiciones pristinas.

Estas observaciones del Spitzer se realizaron antes de que, hace un año, se agotara el refrigerante del telescopio necesario para funcionar en condiciones óptimas en infrarrojo, advierte la NASA.

Imagen combinada de los restos de una supernova captados por los telescopios espaciales <i>Chandra</i> y <i>Spitzer</i>
Imagen combinada de los restos de una supernova captados por los telescopios espaciales Chandra y SpitzerNASA

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