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Primera demanda en EE UU contra las imágenes en las cajetillas

Cuatro tabacaleras llevan al Gobierno ante la justicia por violar su libertad de expresión - "No estamos obligados a hacerle la campaña contra el tabaquismo"

Primer embate contra las escabrosas y polémicas imágenes que algunos Gobiernos, como el español, obligan a imprimir en las cajetillas para combatir el tabaquismo. Cuatro firmas del sector -entre ellas la segunda mayor de EE UU, R. J. Reynolds- han llevado al Ejecutivo norteamericano ante una corte federal en Washington por entender que atenta contra su libertad de expresión.

Las autoridades del país han aprobado una normativa que les obligará desde septiembre de 2012 a suministrar cajetillas con duras advertencias visuales: un cadáver tras una autopsia, con el pecho cosido con grapas; una garganta perforada; un pulmón ennegrecido; una boca destrozada por el cáncer, y un bebé enfermo en una incubadora. "Esas regulaciones violan la primera enmienda de la Constitución", asegura Floyd Abrams, abogado de la firma Cahill Gordon & Reindel, que representa a Lorillard, una de las compañías demandantes. "La idea de que el Gobierno pueda exigir a aquellos que fabrican un producto legal que estampen en medio de su empaquetado imágenes y frases destinadas para disuadir al público de que compre ese producto no es acorde con la Constitución", sostiene el letrado.

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Lorillard es la tercera tabacalera de EE UU en volumen de negocio, y la principal fabricante de mentolados. Estos suponen un 90% de su negocio.

Este año, además, la Agencia del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) ha abierto un proceso de evaluación del mentol usado en esos cigarrillos, por considerarlo adictivo. Esos productos son los únicos que han aumentado ventas dentro del sector tabacalero en los últimos años, sobre todo entre la población negra y de menos recursos, según un estudio del Comité de Asesoramiento Científico de Productos de Tabaco.

A Lorillard se le han unido en esta demanda otras tres tabaqueras. La más importante, por volumen de ventas, es R. J. Reynolds Tobacco, la segunda fabricante del país, que comercializa marcas como Camel, Winston y Lucky Strike. También se ha sumado Commonwealth Brands, que pertenece al grupo Imperial, dueño, en España, de Altadis. La cuarta tabaquera en sumarse es Liggett Group LLC. Phillip Morris, la principal fabricante norteamericana, no está en este proceso.

La primera enmienda de la Constitución, que citan los abogados en la demanda, es la que protege la libertad de expresión. Es una provisión con mucha fuerza y mucho alcance, que impide que en EE UU existan delitos tipificados como el de apología del terrorismo. En una sentencia de enero de 2010, el Tribunal Supremo norteamericano ratificó que las empresas también están protegidas por esa provisión.

"El Gobierno puede hacer tanto activismo contra el tabaco como crea necesario, en los términos que desee y con las imágenes que quiera; pero no puede obligar a los que venden tabaco de forma lícita al público a que asuman también ese tipo de mensaje, esas mismas palabras y esas mismas imágenes", añade el letrado Abrams. La FDA rechazó comentar la demanda.

Es la primera vez en 25 años en que el Gobierno aprueba el cambio en el empaquetado del tabaco. Lo ha hecho gracias a una orden ejecutiva (decreto) del presidente Barack Obama de 2009, en la que le concedía a la FDA la potestad de regular la fabricación y comercialización del tabaco.

La FDA consideró 36 imágenes, puso a prueba su efectividad en un estudio entre 18.000 personas, y eligió nueve de ellas, que hizo públicas el 21 de junio. Deberán ocupar el 50% de la superficie frontal y trasera del paquete de tabaco. En los anuncios de cigarrillos que se exhiban en las tiendas, la superficie ocupada deberá ser del 20%.

Bebés prematuros, pulmones enfermos y tráqueas perforadas ilustran algunos de los carteles de la campaña contra la adicción al tabaco.
Bebés prematuros, pulmones enfermos y tráqueas perforadas ilustran algunos de los carteles de la campaña contra la adicción al tabaco.

Los estragos del tabaco

- Fumadores. Unos 1.300 millones de personas (casi el 20% del total) fuman en el mundo. El consumo de tabaco causa alrededor de seis millones de muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España consume pitillos alrededor del 28% de la población y fallecen unas 55.000 personas por esta causa al año.

- Fumadores pasivos. Unas 600.000 personas mueren al año en el mundo por estar expuestas al humo del tabaco que fuman otros. La cifra en España ronda las 1.500.

- Protección. Solo el 11% de la población mundial vive en países donde se restringe el uso del tabaco en todos los espacios públicos. La mitad de los niños están expuestos al humo de los cigarrillos.

- Composición. En un cigarrillo hay alrededor de 4.000 compuestos. De ellos, al menos en 250 casos se ha comprobado que son carcinogénicos. Muchas de estas sustancias son añadidas por la industria para hacer el producto más agradable o para aumentar su capacidad adictiva. En España está previsto obligar a las tabacaleras a indicar la composición de su producto (está en la última ley pero no ha entrado en vigor).

- Imágenes. Canadá y Brasil fueron los primeros Estados en obligar a incorporar fotografías de los estragos del tabaco a las cajetillas. En la UE son ya 11 países: España y Bélgica, Francia, Letonia, Lituania, Malta, Noruega, Polonia, Rumanía, Suiza y Reino Unido. En total unos mil millones de personas viven ya en naciones donde estas imágenes son obligatorias. También lo son en Uruguay, Venezuela, India, Nepal, Tailandia, Georgia, Macedonia y Turquía, según datos de la OMS.

- Carteles. Si se incluyen en las medidas de protección de la población, los carteles afectan a más de mil millones de personas.

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