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Primeros pasos con éxito del gran acelerador

La puesta en marcha del LHC es más rápida de lo previsto.- "Funciona increíblemente bien", dicen los físicos

La alegría desbordante y la actividad frenética se han combinado esta semana en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, con la puesta en marcha exitosa de su nuevo gran acelerador de partículas LHC. Han pasado 15 años de construcción y montaje desde que, en 1994, recibió luz verde. La colosal máquina, de casi 27 kilómetros de circunferencia, servirá a los físicos para desvelar los secretos íntimos de la materia y de la historia del universo.

Hace 14 meses, el LHC sufrió una grave avería que lo ha tenido paralizado. Por fin, el lunes pasado, y "casi por casualidad", según ha explicado a EL PAÍS el portavoz del CERN, se produjeron las primeras colisiones de partículas. "Es un gran logro haber llegado tan lejos en tan poco tiempo", ha declarado el director del CERN, Rolf Heuer. "Pero no podemos perder la perspectiva: todavía hay mucho que hacer antes de que podamos empezar el programa de física del LHC". Unos 10.000 físicos participan en el LHC, cuyo coste asciende a 3.400 millones de euros.

La puesta en marcha de esta compleja máquina empezó hace 10 días, con la inyección de los primeros haces de partículas. "El lunes se estaban alineando los haces, cuando se produjeron las primeras colisiones", dice el portavoz James Gillies. Los cuatro gigantescos detectores (Atlas, CMS, Alice y LHCb) las captaron. En el LHC se producirán 600 millones de colisiones de protones cada segundo.

Después, el martes, se paró el acelerador para abrir el túnel de 26.659 metros que lo aloja y permitir que los expertos realizaran inspecciones y ajustes. Luego se han vuelto a inyectar haces y ha habido que solucionar un problema menor con el sistema de criogenia (el acelerador está formado por casi 10.000 grandes imanes superconductores que funcionan a 271 grados bajo cero).

"Creíamos que iba a ir más despacio esta fase inicial y contamos con unos meses de calibraciones de los instrumentos, pero tal vez, si todo sigue así, no tengamos que esperar hasta finales de 2010 para iniciar el trabajo científico propiamente dicho sino sólo seis meses", comenta Antonio Pich, coordinador del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN), que ha celebrado esta semana una reunión de coordinación de los participantes españoles en el LHC.

"El plan para los próximos diez días es aumentar la intensidad de los haces, luego habrá una semana de colisiones para que los detectores hagan sus calibraciones y a continuación, antes de Navidades, se alcanzará una energía de 1,2 teraelectronvoltios (TeV) por haz, pero los planes pueden cambiar, ya que todo está funcionando increíblemente bien", informa Gillies. Cuando llegue a 1,2 TeV, el LHC será ya el más potente acelerador del mundo, puesto que el Tevatron (Estados Unidos) funciona a 1 TeV por haz. Pero el plan del LHC es subir hasta 3,5 TeV en 2010 y después llegar a los 7 TeV por haz.

En los primeros días han circulado por el gran acelerador los protones (átomos de hidrógeno de los que se arrancan los electrones) a la energía (450 GeV) de entrada desde los aceleradores previos. Pero enseguida se ha subido a 540 GeV. A mitad camino entre el entusiasmo y los rumores, se dice en el CERN estos días que tal vez se llegue a 2 TeV inmediatamente.

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