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Prohibido fumar tabaco en el templo del porro

La ley holandesa amenaza con hacer de los 'coffeeshops' simples expendedurías

Isabel Ferrer

La ley holandesa contra el tabaco, que exige espacios adecuados para los no fumadores, entra en vigor hoy en el sector de hostelería con un apartado singular dedicado a los coffeeshops. En estos locales (hay unos 750 en el país) dedicados al consumo legal de cannabis, el cliente podrá seguir fumando un canuto siempre que no lo mezcle con tabaco. Dado que la mayoría los lía con ambos productos, los dueños han recurrido al ingenio para evitar multas, como el vaporizador, un aparato que calienta la hierba y traslada luego su vapor a una gran bolsa. El cliente inhala en lugar de fumar, pero en lugares pequeños, sin posibilidad de habilitar zona de fumadores, evitará las sanciones de los inspectores de Sanidad en busca, sólo, del humo de tabaco.

Aunque los centros de trabajo están libres de fumadores desde 2004, el gremio hostelero había pedido una prórroga para acondicionar sus instalaciones. Pero los partidarios de eximir a los coffeeshops del cumplimiento de la ley (socialdemócratas, verdes y liberales de izquierda), no lo han conseguido. Ahora la ley incluye absolutamente todos los locales de hostelería, así como salas de congresos y aeropuertos.

Todos deberán contar con una zona dedicada a los no fumadores. Además, "los camareros tampoco atenderán, en su reducto especial, a los que sí enciendan cigarrillos", dice el Gobierno. Para poder consumir, estos clientes tendrán que acudir al otro lado del local, libre de tabaco, pedir y volver junto con el resto de los aficionados al humo.

"Será algo difícil al principio, sobre todo en coffeeshops pequeños. Es posible que aumenten las combinaciones con otras hierbas [como la fárfara, de sabor parecido al orégano]. Y los vaporizadores, desde luego", señala Jeanneke, una joven empleada de Kandinsky, uno de los locales más conocidos de Ámsterdam.

La ley "puede acabar transformando los establecimientos en simples expendurías, y arrebatarle la función social de evitar el tráfico ilegal", asegura la Asociación Nacional de Coffeeshops. Holanda prohíbe la marihuana y persigue su cultivo, pero permite un consumo de cinco gramos por persona en estos lugares. Estos locales, a su vez, pueden almacenar para venta al por menor hasta 500 gramos.

Un hombre fuma marihuana en un <i>coffeeshop</i> de Rotterdam.
Un hombre fuma marihuana en un coffeeshop de Rotterdam.REUTERS

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