_
_
_
_
_

Récord mundial en el acelerador LHC

La intensidad de los haces es la más alta alcanzada en un experimento de este tipo

Mientras miles de físicos siguen tomando datos en las colisiones de partículas del gran acelerador LHC, junto a Ginebra, los expertos están mejorando las prestaciones de la propia máquina. La semana pasada el LHC batió el record mundial de intensidad de los haces, con una luminosidad nunca antes alcanzada un acelerador. Este parámetro, la luminosidad, mide la cantidad de colisiones de partículas que se producen. No es un récord de curiosidad, sino muy importante para los experimentos que se están realizando: a mayor luminosidad más partículas es probable que choquen", explica el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). "Como estamos buscando fenómenos poco corrientes, esto es muy importante; las partículas de Higgs, por ejemplo, se producirán muy rara vez si es que existen, así para hacer un descubrimiento concluyente o refutar su existencia, hacen falta muchos datos".

En el LHC se inyectan racimos de protones (en total más de 400), cada racimo tiene un poco menos de un billón de protones y van a una distancia de unos 15 metros (o 50 nanosegundos entre ellos, es decir, 50 milmillonésimas de segundo). La mitad de los racimos se aceleran en un sentido y la otra mitad en el contrario para provocar colisiones, las partículas van al 99,99999592% de la velocidad de la luz.

"La intensidad del haz es clave para el éxito del LHC, así que este es un paso muy importante", ha destacado el director del CERN, Rolf Heuer. "Mayor intensidad significa más datos y más datos significa mayor potencial de descubrimiento".

El récord anterior de luminosidad estaba en poder del acelerador Tevatron, de Fermilab (EE UU). "Hay mucha excitación en el CERN hoy, así como una sensación tangible de que estamos a las puertas de nuevos descubrimientos", señala Sergio Bertolucci, director de investigación del laboratorio europeo. El LHC, según el plan de trabajo actual, seguirá funcionando ininterrumpidamente hasta finales de 2012, cuando se apagará para hacer las modificaciones precisas que permitan aumentar su energía. Pero los expertos creen que con los datos que se habrán acumulado a finales del año próximo, se sabrá ya si existe el famoso bosón de Higgs o no.

Sala de control del acelerador LHC en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
Sala de control del acelerador LHC en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).CERN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_