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Registros de ADN para niños potencialmente peligrosos

El director forense de Scotland Yard propone incluir en una base de datos a los menores de cinco años con una conducta que manifieste un futuro asesino

Ya se adelantó en Minority report la idea de identificar a los criminales antes de que actuaran. Aunque el procedimiento sea distinto y no intervengan seres humanos con facultades extraordinarias que anticipen el futuro, el director forense de Scotland Yard, Gary Pugh, ha propuesto crear bases de datos que procesen el ADN de niños potencialmente peligrosos, según publica The Guardian. Los menores de cinco años con una conducta que manifieste un futuro asesino serían los candidatos a ingresar en este registro.

Pugh no ha especificado los métodos para reconocer a los criminales del futuro pero defiende que los beneficios obtenidos de la identificación de los homicidas deberían ser suficientes para convencer a la sociedad de la necesidad de la medida. "Tenemos que descubrir quiénes son las principales amenazas", argumenta Pugh, seguro de la exigencia de abrir un debate al respecto.

Las reticencias de los padres a incluir a sus hijos en esta base de datos, el papel de los profesores en la identificación de conductas asesinas o el estigma que podría acompañar a los niños el resto de sus vidas al ser señalados como criminales en potencia son algunos de los recelos que ha suscitado el polémico registro entre los grupos defensores de las libertades civiles que tildan las declaraciones del forense de "novela de ciencia ficción". Sin embargo, a pesar de que Reino Unido cuenta con la mayor base de datos de ADN de Europa con 4,5 millones de muestras genéticas, Gary Pugh argumenta que "el elevado número de crímenes sin resolver demuestra que no es suficiente".

Un reciente estudio del Instituto británico de Investigación de Políticas Públicas ha sugerido que los programas de prevención de conductas criminales deberían aplicarse en edades muy tempranas porque los típicos agresores comienzan a actuar entre los 10 y los 12 años, según recoge The Guardian.

Shami Chakrabarti, directora de Liberty, una organización defensora de los derechos civiles, ha criticado abiertamente la propuesta del director forense de Scotland Yard: "Los ciudadanos británicos respetan a la policía y están abiertos a excéntricos debates pero jugar con la inocencia de nuestros menores es ir demasiado lejos", protesta Chakrabarti.

Chris Davis, de la Asociación de Directores de Escuelas Primarias, ha apuntado que la creación de bases de datos para criminales en potencia supone "un paso hacia un Estado policial" y un grave peligro puesto que significa "condenar a niños por algo que todavía no han hecho". Para Davis, la función de los profesores no es identificar a los "niños potencialmente peligrosos" sino educarlos.

Sin embargo, Pugh considera que entre las ventajas de crear los registros para menores hay una nada desdeñable: ahorro de grandes sumas de dinero ya que los crímenes violentos cuestan a Reino Unido cerca de 17 billones de euros al año.

La policía británica, que desde 2004 tiene la capacidad legal de tomar muestras genéticas a los detenidos mayores de 10 años, ha incluido desde entonces en una base de datos de ADN a medio millón de jóvenes de entre 10 y 18 años, según datos publicados la semana pasada.

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