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Entrevista:

En casa de Heide

"Si aparezco muerto, investigad el caso", dice uno de los alemanes que iban al Teide para un supuesto suicidio

Francisco Peregil

La casa de Heide se parece a la casa de Heidi. El chalé de la psicóloga Heide Fittkau-Garthe-, detenida por su presunta inducción al suicidio de 32 compatriotas alemanes, se parece a la casa que podría haber deseado para ella la niña Heidi de los dibujos animados, entre perros, gatos, flores y lechugas sembradas por ellos mismos. Noventa metros de largo por 20 de ancho, dos templetes con techo de madera, una piscina rodeada de cemento y una fuente. Y en medio una casa de tres plantas.Heide Fittkau-Garthe está en la cárcel acusada de promover el suicidio de 32 personas, pero sus amigos fieles quedaron en la casa que ellos mismos comenzaron a levantar hace siete años.

Berhand Meyer, psicólogo de 36 años y discípulo de la psicóloga encarcelada, precisa: "Si aparezco muerto, investigad mi muerte, porque nunca he pensado ni pienso suicidarme". ¿A qué se refiere? "Tengo miedo. En Alemania hay muchos periodistas y han dicho que nos íbamos a suicidar. Y ahora que se va a demostrar que mienten, tal vez puedan provocar nuestra muerte. ¿Le parezco un paranoico?.

Ulrike Pinwart no aparenta miedo, pero sí desconfianza. Tiene 46 años y llegó hace siete a la casa de Fittkau-Garthe cuando ésta apenas eran cuatro piedras heredadas del padre de ella. Juntas la levantaron y desde entonces Ulrike Pinwart administra las finanzas de su amiga.

Pinwart desayuna una macedonia de frutas en el jardín, de espaldas a los dos templetes. Uno de ellos lo utilizan como comedor y el otro para bailar, meditar a solas o en grupo, o practicar gimnasia.

Por allí aparecen Mauli, Tito y Lila, los tres gatos de la casa que viven en perfecta armonía con el perro. Tito y Lila, según Ulrike Pinwart, han acusado los nervios de los últimos días. Ulrike Pinwart se expresa en español y no elude ninguna pregunta. El abogado de Fittkau-Garthe, Enrique Porres, precisa que aunque él no comparte las ideas religiosas de sus clientes, es injusto que se les acuse de promover el suicidio. Aclarado ese punto, comienza la entrevista con Ulrike Pinwart, la administradora del dinero de Heide Fittkau-Garthe, según declaró ésta a la policía.

Pregunta. ¿De qué vive usted?

Respuesta. Yo era esteticienne en Hamburgo. Pero tuve problemas en los ojos y recibo una pensión desde hace varios años.

P. ¿Quiénes viven aquí?

R. Dos psicólogos, una enfermera, un electricista, un maestro de escuela y un ama de casa. El resto de los alemanes que vinieron en Navidad eran amigos de Heide y sólo pretendían pasar aquí las vacaciones.

P. ¿Usted cree en los ovnis?

R. Vale, puede ser que existan, es una idea bonita, pero no lo sé. Sería arrogante pensar que sólo vivimos nosotros en el mundo.

P. ¿Para qué querían subir al Teide el día 8?

R. Hemos subido al monte otras veces. Es precioso sentarse tranquilo y ayudar con nuestro pensamiento de paz para mejorar el ambiente en el mundo con nuestra energía.

P. ¿Qué piensa su familia de todo esto?

R. Tengo padres y hermanos en Alemania. Vinieron una vez y les gustó cómo vivimos.

P. ¿Qué es una secta para usted?

R. Son personas que dependen de una persona y tienen que pagarle algo al líder. No pueden pensar de manera diferente a él. Nosotros sólo somos amigos de Heide.

P. ¿Por qué se les asocia a ustedes con la secta del Templo Solar?

R. No tengo ni idea. Tal vez se asocia por la locura esa del suicidio, que es como un alud de nieve que nos está aplastando. Hoy día en el mundo hay muchas tensiones, mucho miedo, muchas mentes enfermas y puede que sea esa la causa.

P. ¿Cómo es Heide?

R. Es muy tranquila, entiende a todo el que tiene problemas y ayuda a todos siempre. Ella muestra cómo podemos mejorar la mente de la gente. Y esa es la base para mejorar el mundo.

P. ¿Dé qué viven ustedes?

R. Comemos muchas veces nuestros propios alimentos y algunos de nosotros viven del dinero de Heide.

P. ¿No le pagan nada a ella?

R. Los amigos que vinieron de vacaciones sólo pagaron unas 3.000 pesetas diarias por la comida.

P. ¿Qué es el fin del mundo para usted?

R. El fin del mundo, a ver si se aclara de una vez, para nosotros sólo es el fin del miedo, de todo lo malo que hay en la vida y eso es lo único que nosotros pretendemos conseguir. Pero con ideas muy bonitas y poderosas, no quitándonos la vida.

P. ¿Cuál es el método de Heide?

R. Nosotros escribimos reflexiones que vienen de Dios, de la energía que estamos creando. Ella dice que es más fácil sentirse libre de una tensión cuando se está escribiendo. Tenemos miedo porque la policía se ha llevado esos documentos y tiene acceso a muchas reflexiones íntimas.

P. ¿Cree usted en la reencarnación?

R. Sí. He existido en otras vidas, aunque no sé a qué me dedicaba ni dónde nací.

P. ¿Qué es ese documento que muestra en la mano?

R. Es el alquiler de unos coches que contratamos desde los días 2 al 10 de enero. La policía ha dicho que nos íbamos a matar el día 8. Entonces, ¿por qué íbamos a pagar el día 9 y el día 10?

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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