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ECOLOGÍA

El iceberg antártico que se expondrá en la Expo 92 levanta una fuerte polémica en Chile

La principal atracción que Chile presentará en la Expo 92 de Sevilla, 200 toneladas de hielo antártico de color azul violeta, ha levantado una fuerte polémica antes de salir hacia España en barco. Para los ecologistas, es un error elegir este símbolo cuando se ha firmado el Tratado de Protección de la Antártida, mientras los autores de la idea defienden su valor emblemático. "El hielo se derretirá de vergüenza con el escándalo que creará su presencia, porque es el símbolo que incita a saquear el continente de la paz", dice Manuel Baquedano, presidente del Instituto de Ecología Política de Chile.

La aventura del hielo, que los chilenos llaman iceberg aunque no lo es, arranca con 200 toneladas de hielo en trozos, embarcados y transportados por los mares de medio mundo para construir una escultura helada de siete metros de altura y ocho de ancho que será expuesta en una jaula refrigerada en Sevilla, con una temperatura exterior en verano de 40 grados centígrados. La operación mereció un irónico editorial del diario estadounidense The New York Times, que hacía un juego de palabras en su título: 'Chile's chilly idea' ('Una idea chilena para quedarse helado'), y recordaba las situaciones latinoamericanas del realismo mágico de García Márquez.Técnicos y marinos del buque Galvarino, de la Armada chilena, están sacando de bahía Paraíso, en la Antártida, el hielo que se expondrá en Sevilla el próximo mes de abril.

"Decisión ridícula"

"Es una decisión ridícula y antiecológica", ha declarado Baquedano a EL PAÍS. "Es un mal símbolo,", continúa, "un gesto de ignorancia o de prepotencia". Los ecologistas chilenos recuerdan la prohibición rotunda de las actividades mineras del Tratado Antártico, y afirman que el hielo dulce es el recurso económico más valioso del continente blanco, que guarda el 80% del agua dulce del planeta en forma de hielo.Sin embargo, Eugenio García, director de la compañía organizadora del pabellón chileno, afirma que el iceberg de Sevilla no pretende ser un golpe publicitario, sino un intento serio de ganarse el respeto del mundo comercial y un símbolo de la rica tradición artística y poética del país, informa Reuter. "Si podemos transportar este hielo, podemos transportar productos frescos chilenos, como frutas o salmón, a cualquier parte del mundo con la misma eficacia", ha declarado García. El director artístico del proyecto, Guillermo Tejada, ha explicado que un escultor está moldeando un bloque de 60 toneladas del iceberg en un almacén refrigerado en el sur de Chile y uno de los autores de la idea ha comentado: "El iceberg es el altar mayor de la catedral que será el pabellón chileno en la Expo 92".

El hielo, de un color azul violáceo por su especial densidad, ha permanecido congelado durante miles de años y compactado a cinco kilómetros de profundidad en la Antártida antes de convertirse en un iceberg flotante. La escultura será expuesta en Sevilla dentro de una estructura con unas cortinas de aire frío para mantener la temperatura interior entre cinco y 10 grados centígrados bajo cero.

Según el Comité Nacional para la Defensa de la Flora y la Fauna de Chile, coger este bloque no supone un peligro para el medio ambiente, pero todo el proyecto es un error. "Queremos poner el hielo en contacto con la gente, mostrar que la Antártida realmente existe", responde García.

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