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Segunda mujer a la que le impiden inseminarse en Asturias

El motivo esgrimido, a las solictantes lesbianas, es que "no hay infertilidad del varón"

La organización Xente Gay Astur (XEGA) ha denunciado que la Consejería de Salud del Principado de Asturias haya denegado a una pareja de lesbianas la financiación de la medicación necesaria para poder seguir con el proceso de reproducción asistida al que se está sometiendo una de ellas para ser madre. El caso de Silvia G. se une al de Andrea Muñiz, casada con una mujer, a quien le fue negado parte del tratamiento, "con un argumento idéntico: no hay infertilidad del varón", señala XEGA. "Me están diciendo de forma indirecta que me vaya a reproducir con un hombre. Lo que yo siento como una violación hacia mi persona. Estoy indignada, no como lesbiana, sino como mujer soltera y sana", arguye Silvia de 30 años. Desde su asociación sostienen que "es inconcebible que se obligue a una mujer lesbiana a mantener relaciones sexuales de riesgo para poder ser madre, ya que se puede transmitir desde una enfermedad genética para el feto, como la hemofilia, síndrome de down, VIH, y otras Infecciones de Transmisión Sexual.

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La organización explica que Silvia G. solicitó en julio del año pasado el acceso a la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Central de Asturias, recibiendo el visto bueno de Atención Primaria y del servicio de Ginecología del Hospital de San Agustín. El lunes pasado, la mujer tenía cita en esa unidad y "verbalmente el jefe de servicio le trasladó la orden por parte de la Consejería de Salud de no admitir a ninguna lesbiana, ni a mujeres solas", afirma XEGA.

La Consejería de Salud y la Dirección General de Prestaciones del Principado refrendarían así al inspector de Prestaciones de Mieres, Jaime Sánchez, quien en un informe justificó la primera denegación a Andrea Muñiz en que, entre otros motivos, "no consta que se hayan realizado estudios de esterilidad a ningún varón".

"En el caso de Silvia G. se le dio a entender que buscara por su cuenta a un hombre", dice XEGA, para la que es "inconcebible" que "desde la Administración sanitaria se contemple la necesidad de que una mujer lesbiana, bisexual o incluso una mujer heterosexual sin pareja tenga que contar con la intervención de un hombre en este proceso para ser madre".

"Mi primera inseminación falló y fue cuando comenzó mi calvario", contó Andrea Muñiz a este periódico el pasado 8 de abril. Cuando acudió a pedir la autorización para las nuevas recetas, "medicinas que provocan una mayor ovulación y que esta se produzca en el momento adecuado", el inspector de Prestaciones de Mieres se negó a autorizarlas. "Tras otra segunda inseminación fallida, me dirigí a los servicios sanitarios del Principado: mi autorización de medicación no procedía, no constaba la esterilización del varón", manifestó.

"Si nunca antes en el Principado se denegó un tratamiento a ninguna mujer, no parece lógico que años después se recurra a este argumento para comenzar a hacerlo", argumenta XEGA.

En España, la Ley de Reproducción Humana, de 2006, dice en su artículo 6 que "la mujer podrá ser usuaria o receptora de las técnicas reguladas en esta Ley con independencia de su estado civil y orientación sexual".

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