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Silenciados y atados hasta el colegio

Una conductora de un autobús escolar empleaba cinta adhesiva para impedir que los niños gritaran

Amordazados con cinta adesiva y atados. Así iban muchos niños en el trayecto al colegio Ware Shoals, en el condado de Greenwood, (Carolina del Sur). La conductora evitaba así los molestos gritos de los pequeños de entre 5 y 12 años.

Vanessa Curry, de 35 años, está arrestada desde el pasado miércoles y se le ha impuesto una fianza de 1.600 dólares. Se enfrenta a ocho cargos por actuar de forma cruel con los niños a los que transportaba en el autobús escolar que conducía, entre los que se encontraba su propia hija.

La conductora admitió a la policía que había silenciado con cinta a los niños que hablaban demasiado alto y que llegado a atar las manos de algún alumno que molestaba a sus compañeros. Según Curry, daba a los estudiantes dos opciones: o la cinta adhesiva o una denuncia al centro. Y los estudiantes preferían la mordaza.

Curry había trabajado para el colegio entre el 1 de noviembre de 2007 hasta que finalizó su contrato el pasado viernes (por motivos que no están relacionados con su conducta).

El superintendente del distrito escolar, Fay Sprouse, eplicó hoy en un comunicado que las autoridades desconocían lo que estaba ocurriendo hasta que finalizó el contrato de Curry. "Después de su despido el viernes, los estudiantes le dijeron al nuevo chófer que les habían tapado la boca y atado las manos como castigo por su mal comportamiento", indicó Sprouse.

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