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Talento joven para el progreso social

Cuatro alumnos de Ingeniería Informática ganan la fase nacional del Imagine Cup, que premia ideas para cumplir los objetivos de la ONU

Luis Cañamares, Gonzalo Rubio, Pedro Valero y Juan Ignacio del Castillo querían hacer un proyecto juntos. Estos cuatro amigos comparten ocupación ?estudian 5º de Ingeniería Informática en la Universidad de Albacete?, pero sobre todo una pasión, los ordenadores. Tienen entre 23 y 27 años y ya se han impuesto a 500 chavales; son los ganadores de la fase española del concurso universitario Imagine Cup, que organiza anualmente Microsoft. La competición está respaldada por la UNESCO y este año tiene por objetivo contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.

Han conseguido el pase a El Cairo, donde se celebrará en julio la final internacional, con el proyecto APADYT (Aplicación Psicopedagógica para Apoyo en Diagnóstico y Tratamiento) destinado a ayudar a niños con problemas de aprendizaje con herramientas destinadas al psicopedagogo, a los padres y al paciente. El día después de conocerse la noticia, los ganadores estaban pletóricos: "No nos esperábamos ganar, ha sido una sorpresa. Nos gusta esto porque en la universidad no se hace nada aplicable a la vida real", explica Gonzalo. "Lo mejor es, al haberlo probado con niños, ver que funciona y que se lo pasan bien; es lo más gratificante", prosigue Pedro.

El proyecto, para el que contaron con la ayuda de profesionales de la educación y la psicopedagogía, contempla tres aplicaciones. Una para el profesional, con la que puede gestionar los pacientes, realizar informes, terapias y pruebas diagnósticas. El psicopedagogo cuenta también con una aplicación móvil, que le permite ver los avances de sus pacientes y comunicarse con ellos desde cualquier lugar. Y por último, una web para los padres, que les da acceso directo a la información sobre sus hijos y la posibilidad de recibir ejercicios y comunicarse con el terapeuta.

Aún no saben si lo podrán implantar: "Tenemos a gente interesada pero habría que meterse en cuestiones empresariales y de eso no sabemos, aunque Microsoft suele ayudar a desarrollar los proyectos", explican. La herramienta ya está registrada, resaltan, aunque no terminada. Los chicos contaban en la sede de Microsoft que los próximos dos meses serán "muy intensos". "A ver si la universidad nos levanta la mano con las fechas de los exámenes, porque tenemos que mejorar los puntos flacos, que son muchos", decían, humildes. Ahora toca afrontar los exámenes de junio, que no quieren suspender (su peor nota media es de siete), y perfilar para la final un proyecto que ya ha supuesto más de medio años de trabajo. "Le hemos echado muchas horas, todos los días, incluidos los fines de semana", decía Luis. Se nota el gran esfuerzo realizado, pero no cansancio. "Nos lo hemos pasado muy bien haciéndolo, siempre estábamos de buen humor", dice Pedro. "Y tomábamos cañas", añade Luis.

La competición busca fomentar la creatividad en la búsqueda de aplicaciones informática prácticas. En España han sido 500 chavales de 31 universidades, pero el concurso ha reunido a 200.000 estudiantes de todo el mundo. Aquí, la compañía seleccionó seis trabajos, de los que finalmente tres expusieron sus proyectos al jurado el pasado día 7. El segundo premio ha sido para otros cuatro chicos: Alejandro Hidalgo, Miguel Caballero, Javier Calvarro y Rafael Campos, de la Universidad de Málaga, por el proyecto Live Clinical Assistant, una herramienta para mejorar la calidad de vida de enfermos de VIH. El tercero se lo ha llevado un estudiante de la Universidad de Deusto, con un proyecto destinado a mejorar la gestión de las ayudas a los países subdesarrollados.

Los segundos se han quedado a las puertas y se les notaba un poco abatidos. También han trabajado alrededor de siete meses en el desarrollo de un software destinado a médicos y pacientes, con recursos para gestionar la información y el tratamiento y foros para que los enfermos puedan interactuar y ayudarse. "Hemos trabajado muchísimo, a veces nos íbamos todo el fin de semana a casa de uno, y el último que caía apagaba el portátil", recordaba Alejandro. Él y Miguel son MSP (Microsoft student Partner) y pese a sus veintipocos años ya han sido conferenciantes para su empresa de culto. "Colaboramos mucho con la comunidad", explican. Pese a que se les ve desilusionados, confían en la próxima convocatoria. "Nos presentaremos", dice uno, "no, ¡ganaremos!", tercia otro.

Ganadores o no, la informática es su vida. Estas oportunidades son una forma de sacar partido a la cantidad de horas que pasan frente a la pantalla del ordenador. Pese a que alguno afirma que "no hace otra cosa", la mayoría tiene, al menos, un hueco para la novia. "Ellas, cuando empezamos a hablar del tema, simplemente desconectan", dice uno, y todos se ríen.

ULY MARTÍN

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