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The New York Times critica los planes de Endesa para construir presas en la Patagonia chilena

El diario considera un "error irreparable" para el medio ambiente y pide al país que apueste por las renovables.- La empresa critica que el editorial incluye errores de bulto

El diario The New York Times critica hoy en un editorial los planes del Gobierno chileno para construir cinco presas hidroeléctricas en la Patagonia chilena, uno de los últimos lugares vírgenes de América Latina. En el proyecto participa la filial de la española Endesa, que es la principal eléctrica en Chile. El complejo, conocido como Hidroaysén, tiene una potencia prevista de 2.750 megavatios, casi como tres reactores nucleares, y está impulsado por Endesa Chile (51% de las acciones) y la chilena Colbún (49% restante). Una portavoz de Hidroaysén consideró que el editorial se basa en errores y destaca que hay proyectos incluso mayores en la Patagonia argentina que apenas reciben críticas.

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"El daño que tendrían estas presas en el medio ambiente es tremendo, y su construcción -en un vasto paraje natural virgen- abriría el camino a otros proyectos, incluidas más presas", afirma el diario, que no duda de las necesidades energéticas de Chile, pero pide que apueste por la energía geotérmica, la solar y la eólica en lugar de destruir la Patagonia, algo que sería "un error irreparable".

Chile no quiere depender de la electricidad de otros países pero sus proyectos para aumentar su potencia eléctrica han recibido críticas. El plan para construir centrales nucleares murió antes de nacer por el accidente de Fukushima. Como Japón, Chile está en una de las zonas sísmicas más activas del planeta. El plan hidroeléctrico ha sacado a manifestantes a las calles.

El proyecto incluye cinco centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, y es una inversión de una filial de la empresa española Endesa y de la chilena Colbún por unos 2.200 millones de euros. El impacto no es solo por las presas y por las casi 6.000 hectáreas que inundarán, sino por la construcción de las líneas de alta tensión a lo largo de 2.000 kilómetros para transportar la electricidad, según The New York Times. Hace tres días, unos 30.000 chilenos se manifestaron en Santiago contra las represas.

Una portavoz de Hidroaysén, María Irene Soto, opinó que el diario estadounidense parte de errores: "Dicen que habría que talar bajo las líneas de alta tensión, pero no es así, solo los árboles de más de 45 metros. No hay tala rasa de vegetación. En la Patagonia argentina hay un proyecto que inunda 45.000 hectáreas, 10 veces más, y que apenas tiene críticas". Soto añadió que Chile crece económicamente un 6% al año y necesita incorporar 500 megavatios de potencia eléctrica al año. Señaló que la seguridad de la presa está evaluada para sucesos como inundaciones o terremotos con una frecuencia de más de mil años.

La empresa insiste en la gran eficiencia de su instalación frente a otras parecidas. "La presa de La Romaine, en Canadá, inunda 27.900 hectáreas, pero esta es 11 veces más eficiente", señaló Soto, quien afirmó que son grupos ecologistas extranjeros los que impulsan la oposición contra las presas. Chile tiene una gran dependencia energética del exterior y al contrario que países como Bolivia, apenas tiene gas, petróleo o carbón.

Hydroaysén defiende en su web que su proyecto es sostenible y que estará "implementado y operado de manera social y ambientalmente responsable, en armonía con las comunidades de la Región de Aysén, sin limitar las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras" y sostiene que es "compatible con otras actividades económicas tales como turismo, producción forestal, servicios, construcción, pesca y ganadería, entre otras".

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