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Reportaje:

Todo gratis por aprobar a tiempo

El Gobierno pretende devolver el dinero a los universitarios que aprueben a la primera el curso completo - El 90% de los alumnos no se presenta o suspende

Tardan en hacer la carrera dos años más de media de lo que deberían. Pero pagan sólo alrededor del 10% de lo que cuestan realmente sus estudios. La larga permanencia de los estudiantes en la universidad sale cara al sistema educativo y a los contribuyentes españoles. El Gobierno planea crear un incentivo para los estudiantes que aprueben el curso completo en la primera matrícula, es decir, en alguna de las dos convocatorias del curso. Les devolverían el dinero. En la actualidad, sólo alrededor del 10% de los alumnos matriculados aprueba todo el curso (los 60 créditos docentes) en la primera matrícula.

Esta "bonificación por buenos resultados académicos", que el Ejecutivo estudia implantar presumiblemente el próximo curso, sería financiada por la Administración central, según fuentes próximas al Gobierno que conserva las competencias en materia de becas y ayudas a los estudiantes universitarios. Un cálculo realizado con el actual porcentaje de alumnos que terminan algún curso completo en primera matrícula permite prever que el coste sería de alrededor de 100 millones de euros.

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Con esta medida arrancaría el plan del Gobierno para reformar el ineficiente sistema de financiación de las universidades que hay en la actualidad. Se encuentra en pleno proceso de revisión por una comisión de expertos del Consejo de Universidades y de la Conferencia General de Política Universitaria. Además, el planteamiento del cambio coincide con la implantación del espacio europeo de educación superior, recogido en la Declaración de Bolonia, que ya han suscrito 46 países. Con Bolonia, entre otras cosas, se crean los masters oficiales, cuya oferta y financiación es uno de los nudos gordianos de la reforma desde el punto de vista económico.

La gratuidad de las primeras matrículas en el Grado iría seguida, dentro de unos cursos, de la reforma del sistema de precios, para que los estudiantes que repiten sean los que paguen un porcentaje mayor del coste de sus estudios. En la actualidad, los alumnos abonan sólo el 10% del coste real de la primera matrícula (que varía mucho según la experimentalidad de cada carrera); la segunda les cuesta un 30% más que la primera y la tercera, el doble que la primera.

También se revisará el sistema de incentivos del profesorado para premiar con mejores retribuciones a los profesores que obtengan mejores resultados docentes y de aprendizaje de sus alumnos.

El aumento de las becas y de incentivos, como el que se plantea el Ejecutivo, han estado en el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero desde la pasada legislatura. La revisión de los requisitos académicos en relación con el rendimiento es además un compromiso electoral del PSOE. El programa presentado por los socialistas en 2008 decía: "Revisaremos los requisitos académicos, para que respondan de forma más adecuada a los resultados de los estudiantes en las distintas enseñanzas".

El modelo que estudia el Gobierno iría complementado con la revisión y el progresivo incremento de las ayudas al estudio. Estados Unidos es el país de referencia en esta materia, porque cuenta con variadas fórmulas de financiación a los universitarios de los centros, tanto públicos como privados, siempre relacionadas con requisitos académicos.

La tasa de evaluación (esto es, los estudiantes que se presentan al examen) en las universidades públicas españolas es del 80% (se mide por los créditos matriculados). En otras palabras: de cada 100 créditos de los que se matriculan los alumnos, sólo se presentan de media a 80, a lo largo de las dos convocatorias del curso. De esos 80 aprueban 61 de media, según el informe La universidad española en cifras, de la Conferencia de Rectores. Una situación que agudiza la ineficiencia del sistema.

En la pasada legislatura, el Consejo de Coordinación Universitaria del Ministerio de Educación (ahora pertenece al de Ciencia e Innovación y se llama Consejo de Universidades) elaboró un informe (de 2007) sobre la situación de la financiación de las universidades españolas en el que destacaba como problemas relevantes, entre otros, que el 60% de titulaciones no consigue más de 75 nuevas matrículas al año y que el sistema necesitaba 2.733 millones de euros extra para la educación superior.

José Luis Rodríguez Zapatero en un mitin en la Universidad Carlos III de Madrid, en marzo del pasado año, cinco días antes de las elecciones legislativas.
José Luis Rodríguez Zapatero en un mitin en la Universidad Carlos III de Madrid, en marzo del pasado año, cinco días antes de las elecciones legislativas.CRISTÓBAL MANUEL

Caso aparte pare el que trabaje

Ayudar a quien más rinde pero también a quien tiene que trabajar para ayudar a su familia. Las becas son en realidad el gran reto financiero para impulsar cualquier cambio de calado en el sistema universitario. ¿Es justo que le devuelvan el dinero a un alumno de familia rica que aprueba todo a la primera mientras otro de familia pobre no puede aprobar los 60 créditos de cada curso académico porque tiene que trabajar a la vez?

El Gobierno prevé crear una excepción para los alumnos que trabajen. Si tienen un contrato de trabajo, la exigencia será menor para ellos a la hora de abonarles la matrícula pagada. Se les devolverá el dinero, según baraja el Ejecutivo, con que aprueben la mitad del curso (30 créditos).

Los socialistas se comprometieron en el último programa electoral a revisar las ayudas para los alumnos universitarios con menos renta (denominadas compensatorias): "Incrementaremos significativamente la ayuda compensatoria por la ausencia de ingresos de naturaleza laboral como consecuencia de la dedicación al estudio, hasta situar la cuantía de la beca con la del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM)".

El Ejecutivo baraja además revisar ante el futuro los requisitos académicos que se piden para acceder a una beca. Éstos son en la actualidad los mismos se curse la titulación que se curse en la universidad que sea, una rigidez que crea situaciones injustas. Se trataría de analizar el rendimiento de los alumnos y la evaluación en las diferentes titulaciones y universidades. En algunas carreras o asignaturas muy exigentes, los alumnos pierden la beca aunque sean los mejores de su curso.

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