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La UE aprueba el escáner corporal con garantías para la intimidad

Las imágenes no podrán imprimirse y se eliminarán si no son sospechosas

Los Estados podrán instalar escáneres corporales para sustituir los arcos detectores de metales que hay en los aeropuertos. Los aparatos se llevan utilizando desde hace tiempo en Reino Unido y Holanda como una medida temporal, aprovechando un vacío en la legislación europea. Con su incorporación a la legislación, la UE introduce definitivamente estos aparatos, que captan imágenes próximas al desnudo, en las medidas de seguridad que pueden adoptar los aeropuertos.

Según la nueva normativa, las personas que vayan a pasar por los escáneres deberán ser informadas de las condiciones en que se efectúan los controles y el aeropuerto ha de ofrecer una alternativa en el caso de que, por motivos de salud o religión, no puedan pasar por el dispositivo. Con estas condiciones, la Comisión logra que la normativa respete el artículo 8 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, que establece el derecho a la protección de datos de carácter personal.

Además, los aeropuertos que empiecen a utilizar los nuevos escáneres deberán situar al personal que examina las imágenes en una sala separada para preservar la intimidad de los viajeros. En esa línea, la cara deberá aparecer difuminada y no podrá aparecer en la imagen ningún dato del pasajero escaneado. A su vez, las imágenes no podrán imprimirse y deberán ser desechadas una vez que se haya comprobado que no hay nada sospechoso en ellas. Estas son las condiciones que puso el Parlamento Europeo para aceptar los escáneres, medida por la que había mantenido un pulso con la Comisión Europea.

Diversos grupos habían expresado su preocupación por la intromisión en la intimidad que este sistema supone, pero, a principios de julio, el Parlamento aceptó su uso condicionado.

El Comisario de transportes, Sim Kallas, prefiere llamarlos escáneres de seguridad para desdramatizar el asunto y para centrar la atención en la que considera que es la principal finalidad del sistema. "Los escáneres no son la panacea, pero sí una posibilidad de reforzar la seguridad en los aeropuertos", afirmó el comisario.

Los escáneres fueron introducidos en aeropuertos de Reino Unido y Holanda en 2006, tras un atentado fallido en un avión que hacía la ruta de Ámsterdam a Detroit el 25 de diciembre del año anterior. El terrorista llevaba explosivos plásticos escondidos entre su ropa interior de tal manera que el arco detector de metales y el registro manual no lograron detectar su presencia.

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