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La UE revisará su política sobre biocombustibles por los perjuicios que ocasionan

El cultivo extensivo de plantas para producir biocarburantes contribuye a la deforestación y hace aumentar los precios de los alimentos

La Unión Europea se está replanteando su política sobre biocombustibles después de admitir que no previó las consecuencias medioambientales y económicas negativas que se derivan del cultivo extensivo de plantas para producir carburantes. El objetivo de la UE estaba fijado en lograr que en 2010 el uso de biocombustibles en el transporte alcanzase el 10% en 2010, pero ahora habrá que revisar este objetivo.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, ha reconocido esta mañana que la UE no previó los problemas que puede ocasionar la política de alcanzar ese porcentaje. Recientes estudios han demostrado que el cultivo extensivo de plantas -cereales, principalmente- para producir combustible contribuye al aumento del precio de los cereales y a la destrucción de bosques para conseguir superficies dedicadas al cultivo.

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Por ello, Dimas ha prometido que la UE ofrecerá una nueva política para asegurarse que sus objetivos no sean más perjudiciales que beneficiosos. Para Dimas, es preferible no llegar a ese objetivo que alcanzarlo perjudicando a los más pobres o al medio ambiente.

Hace un par de años, los biocombustibles parecían la salida a la dependencia de los carburantes fósiles y al exceso de emisiones de CO2. Por un lado, no hay que modificar los motores de los coches y por otro, las plantas usadas para producir combustible absorben durante su crecimiento el CO2 que luego emiten en su combustión, por lo que se les considera combustibles neutros. Sobre estas premisas, la UE fijó su política al respecto.

No obstante, desde entonces se han realizado estudios que advierten que algunos biocombustibles apenas contribuyen a recortar las emisiones mientras que su producción puede suponer la destrucción de masas boscosas para conseguir campos de cultivo, hacen aumentar los precios de los alimentos, entre otras cosas.

"Hemos visto que los problemas medioambientales causados por los biocombustibles y los problemas sociales que provocan son mayors de lo que creíamos, así que nos actuaremos con más cuidado", ha dicho Dimas a la BBC. En concreto, ha dicho que la UE propondrá un proyecto de certificación de los biocombustibles para asegurar que no proceden de explotaciones perjudiciales, y medidas drásticas contra el carburante procedente del aceite de palma, que provoca la deforestación en Indonesia.

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