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Tres accidentes en sendas centrales nucleares de Cataluña en 48 horas

El Consejo de Seguridad Nuclear envía un equipo de investigación a Ascó para aclarar el fallo en una válvula

"¿Si estamos preocupados? ¿Por no poder arrancar la central de Ascó I, por la fractura de una bomba en Ascó II o por el conato de incendio en Vandellós II?". La pregunta, lanzada hoy por un empleado de Asociación Nuclear Ascó Vandellos (ANAV), empresa que gestiona las centrales nucleares de Cataluña, resume la sucesión de incidentes que estas plantas han acumulado en apenas 48 horas.

Las nucleares de ANAV, entre las que se incluye Ascó I, responsable de la fuga radiactiva del pasado noviembre, suman 16 de los últimos 22 sucesos notificados al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que regula la actividad atómica en España. Ascó I sufrió un fallo en una válvula mientras realizaba pruebas para reiniciar el reactor; Ascó II operó ocho horas al 70% de su potencia y Vandellós II activó anteayer la alarma de incendios por un escape de aceite, que no llegó a provocar fuego.

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La anomalía de Ascó I ha provocado que la nuclear, parada desde el 10 de junio debido al escape, posponga su arranque de forma indefinida. El Consejo ha destinado un equipo de investigadores a la planta de Ascó I para analizar qué motivó el fallo en el cierre de una válvula, pese a que la ANAV ya da por resuelto el incidente. Aún así, la ANAV deberá aguardar a que el Consejo concluya sus propias pesquisas. La desconfianza entre ambas cúpulas, abierta cuando la ANAV ocultó el escape de Ascó durante meses, se concreta en que el CSN desestimó clasificar el suceso en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares. "No lo evaluaremos hasta que recabemos nuestros propios datos", ha explicado una fuente del CSN.

Visto bueno del CSN

La ANAV ha admitido asimismo el bloqueo que el CSN ha impuesto a que la nuclear se ponga en marcha. "Tendremos que esperar a que el CSN nos dé el visto bueno". Cada día sin actividad supone dejar de facturar cerca de un millón de euros para Endesa e Iberdrola, las eléctricas dueñas de la central.

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