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El aumento de población dará un frenazo esta década

Habrá más muertes que nacimientos en ocho regiones

La población española alcanzará los 46 millones el próximo año. Son cinco millones más que en 2002, un importante aumento que se ha sustentado, sobre todo, en la inmigración. Pero las previsiones indican que el ritmo ha terminado: frente al crecimiento de un 1,20% en 2008, este año acabará con un 0,4% y para 2019 los españoles no llegarán a los 47 millones, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística. En total, durante los próximos 10 años la población española ganará 1,1 millones.

El freno se explica por varios motivos: en primer lugar, el descenso de la inmigración, que ha supuesto entre el 75% y el 92% del crecimiento de los últimos siete años. En 2007 llegaron a España casi un millón de inmigrantes y se espera que la cifra anual no alcance los 400.000 en los próximos años. Otro de los factores que detendrá el crecimiento es la caída de mujeres en edad fértil, por lo que aunque la tasa de fecundidad seguirá aumentando al mismo ritmo (de 1,48 en 2008 a 1,54 en 2018), disminuirá el número total de nacimientos. La edad media para ser madres se va a estabilizar, en parte gracias a la llegada de mujeres jóvenes del exterior, a los 31.

Desde 2002 a 2008, el crecimiento se ha debido hasta un 90% a la inmigración

El aumento de la natalidad de los últimos años se va a reflejar en los próximos en un crecimiento de los menores de 15, que serán un 8,3% más en los próximos 10 años. Así, con más niños y ancianos, la tasa de dependencia (relación entre ellos y la población en edad laboral) va a crecer del 47% al 55% en 2019.

Por otro lado, el envejecimiento de la población. El segmento que más va a aumentar en los próximos 10 años son los mayores de 64 (habrá 1,29 millones más), que pasarán de representar el 16,6% al 19% en 2019. La esperanza de vida continuará creciendo, más para los hombres -casi dos años- que para las mujeres, que con 1,6 años más llegarán a los 85 años. Ellos, a los 79.

Por autonomías, las que van a experimentar un mayor aumento de población son Castilla-La Mancha (11,4%), Murcia (9,2%) y Baleares (7,8%). En el otro extremo, Asturias verá cómo disminuye un 5% y en País Vasco y Galicia caerá un 3%. En general, el número de defunciones va a superar al de nacimientos en ocho comunidades. En algunas como Castilla y León o Aragón, no se perderá población por la llegada de inmigrantes. La tasa de migración neta (extranjeros residentes por cada 1.000 habitantes) disminuirá en autonomías tradicionalmente receptoras, como Cataluña y Madrid.

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