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Un ballenero japonés averiado en la Antártida rechaza la ayuda de un barco de Greenpeace

El buque nipón podría derramar mil toneladas de carburante tras sufrir un incendio.- Uno de sus tripulantes está desaparecido

La organización ecologista Greenpeace se ha ofrecido hoy a ayudar al ballenero japonés Nisshin Maru y evitar un desastre medioambiental en aguas de la Antártida, donde se encuentra averiado, tras sufrir un incendio, con unas mil toneladas de carburante a bordo.

El barco de la organización ecologista, el Esperanza, está a menos de 24 horas del Nisshin Maru, ubicado a unos 185 kilómetros de la mayor colonia mundial de pingüinos Adelie, ha informado Greenpeace en un comunicado.

Steve Corbett, portavoz del Servicio Marítimo de Nueva Zelanda, ha indicado a la agencia australiana AAP que las autoridades neozelandesas temen que aún pueda producirse un vertido de combustible.

El portavoz ha añadido que el Servicio no tiene plena seguridad de que el fuego haya sido totalmente apagado, como manifestaron los miembros de la tripulación que se quedaron en el barco japonés para controlar el incendio.

Se desconoce aún cuál fue la causa del incendio y el paradero de uno de los miembros de la tripulación, que desapareció durante el incidente.

La jefa de la expedición de Greenpeace a bordo del Esperanza, Karli Thomas, ha manifestado que "este no es momento de jugar a hacer política desde una oficina en Tokio. Se trata de una tragedia humana y de un potencial desastre medioambiental".

"Tenemos la obligación moral de actuar y bajo el tratado de la Antártida los dueños del Nisshin Maru tienen la obligación legal de aceptar nuestra ayuda", ha apuntado Thomas.

Ayer, tras declararse el incendio, el buque pidió ayuda a Australia y Nueva Zelanda para apagar el fuego, pero rechazó la asistencia que le brindó el Esperanza, según AAP.

El director de la Agencia de Pesca de Japón, Hideki Moronuki, ha manifestado a la radio australiana ABC, que pidió la cooperación de los Gobiernos australiano y neozelandés, pero ha agregado que no quieren la ayuda de los barcos que protestan en aguas de la Antártida contra la matanza de ballenas.

En el comunicado difundido hoy, Greenpeace concluye que el accidente del Nisshin Maru debe servir para poner punto final al negocio de la caza de ballenas.

Un ballenero japonés averiado en la Antártida rechaza la ayuda de un barco de Greenpeace, el 'Esperanza' en la imagen.
Un ballenero japonés averiado en la Antártida rechaza la ayuda de un barco de Greenpeace, el 'Esperanza' en la imagen.EFE

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