La brecha digital y la coordinación, retos para el futuro de la cibersalud

La salud digital (o e-Salud) tiene ante sí muchos retos, pero dos son los mayores, según el documento que los expertos reunidos por Atomium Culture y la Universidad Autónoma de Madrid entregaron ayer al director general de Calidad del Ministerio de Sanidad, Pablo Rivero: la brecha digital y la necesidad de coordinación y liderazgo.

El texto, de siete folios, reúne las conclusiones de la doble jornada celebrada anteayer y ayer en Madrid. Atomium es una plataforma europea de universidades, empresas y medios de comunicación (incluido EL PAÍS) cuyo objetivo es promover la investigación en Europa. Y la sesión dedicada a la salud digital es la primera que se efectúa en España.

En el documento final se destaca la potencialidad de los sistemas informáticos para ayudar a los pacientes, aunque con sombras. Uno, que "la telemedicina" no ha demostrado hasta ahora sus beneficios. "Siempre habrá pacientes que prefieran ver al médico", señalan los expertos. Algunos lo harán de manera obligatoria: son ese 30% de la población europea que nunca ha usado Internet, según datos de la Unión Europea. Y se supone que se trata de personas mayores o desfavorecidas, por lo que probablemente tengan una salud peor.

El segundo obstáculo es que la implantación de estas tecnologías está siendo caótica. Se repiten los ensayos, los resultados no se comparten y no hay una evaluación consistente (ni económica ni sanitaria) acerca de los beneficios de estas tecnologías. Para evitarlo hace falta liderazgo y coordinación, algo que si ya es complicado dentro de cada país (España, con los equilibrios que ha tenido que hacer el Ministerio de Sanidad para interconectar los sistemas de salud autonómicos es buena prueba de ello), cuando se trata de varios países es casi una entelequia. Con un inconveniente añadido: precisamente en sanidad las instituciones de la UE tienen pocas competencias.