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Una caminata de más de tres horas

Nuestros esforzados antepasados emplearán 3,46 horas al día en aprovisionarse de agua y alimentos, independientemente del lugar donde sitúen el campamento.- El ganador de la semana es Miguel Serrano Palacio, de Boadilla del Monte (Madrid)

Ya hay solución para el decimoctavo desafío con el que EL PAÍS celebra el centenario de la Real Sociedad Matemática Española. David Obrador Sala, profesor de matemáticas de educación secundaria y miembro de la Associació Catalana de GeoGebra, planteó el problema (vídeo de la izquierda) y ahora lo resuelven (vídeo de la derecha). Esta semana teníamos que averiguar cuánto tiempo emplearía cada día una tribu instalada en algún lugar de un terreno con forma de triángulo equilátero de 10 kilómetros de lado en aprovisionarse de agua y alimentos en los tres bordes del territorio si se desplazara a una velocidad de 5 km/h.

Se han recibido 1.120 respuestas dentro del plazo, de las que aproximadamente un 50% observaban y demostraban que el tiempo que la tribu necesita para su recorrido diario es de 3,46 horas diarias y que esta cifra no depende del punto del triángulo en el que esté situado el poblado. Pensamos que este resultado, conocido entre los matemáticos como Teorema de Viviani, puede resultar curioso para quienes no lo conociesen (y aprovechamos para recordar que nuestro objetivo es llegar a un público amplio mediante desafíos variados).

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Solución a la caminata de la tribu

Efectuado el sorteo, el ganador de una biblioteca matemática como la que se distribuye cada domingo con EL PAÍS ha resultado ser Miguel Serrano Palacio, de Boadilla del Monte (Madrid), que ha dado una respuesta muy original aunque un poco larga para reproducirla. Esta semana, por 9,95 euros con el periódico en el quiosco, Hipotecas y ecuaciones, de Lluís Artal y Josep Sales.

Pasemos a la solución. Una buena demostración es la que nos ha enviado Manuel Pedrajas Estepa:

Sea un punto interior al triangulo equilátero, que dista en perpendicular (camino más corto) a los tres lados h1; h2; h3. Este punto y los vértices forman tres triángulos, cuyas áreas sumadas dan el área del triángulo grande, cuya altura H se calcula usando el Teorema de Pitágoras.

Por tanto 10*H/2= (10*h1+10*h2+10*h3)/2, así que siempre h1+h2+h3=H=(10*raíz(3))/2

Como es ida y vuelta tenemos que se recorrían 10*1.732, que a 5 km/h significan 2*1.732 horas. Resultado: 3,46 horas.

Otros soluciones utilizan un poco de trigonometría, las hay que incluyen applets de GeoGebra (como los usados en el vídeo, que se pueden encontrar en esta dirección para la experimentación y en esta otra para la demostración) y algunas, sin calcular áreas, se apoyan en nociones básicas de geometría, como la demostración sin palabras de Juan Canteli que aparece en el pdf adjunto.

Hay varios lectores que, puesto que el problema se presentó como una historia, han respondido del mismo modo (algunas, por cierto, muy literarias, originales y divertidas) entre ellos Xavier Giralt. Reproducimos su texto:

"El pequeño grupo de antepasados nuestros andaban dentro del triangulo buscando un buen lugar donde asentarse, cuando una pequeña niña gritó:

- ¡¡¡Aquí, aquí !!! ... que en este prado lleno de flores la miel será bien rica - Pero hermanita - reaccionó su hermano mayor - debemos situarnos en el centro del triángulo, que así dedicaremos menos tiempo a andar hacia cada uno de los lados.

Afortunadamente había un anciano entre el grupo que explicó como en un triángulo equilátero la suma de las distancias entre un punto interior y cada uno de los lados es siempre la misma. De esta forma, podían elegir cualquier punto interior del terreno, que siempre recorrerían una distancia equivalente a la altura del triangulo para ir, y otra para volver.

Se asentaron junto al prado lleno de flores, sabiendo que recorrerían diariamente 2*10*cos(PI/6) km. El hermano mayor también sabia que recorrían 5 km cada hora, con lo que dedicarían 3,46 horas diarias a esos trayectos, ¡pero disfrutando también de la miel bien rica de ese prado lleno de flores!"

Como señala Xavier en su historia, no es necesario escoger un punto "especial" para resolver el desafío. Elegir un punto concreto ha sido el error más frecuente entre el 20% de respuestas que no han entrado en el sorteo.

¿Y el 30% restante? Son soluciones que indican que el tiempo que la tribu necesita es independiente del punto en que se sitúe el poblado, pero el argumento que dan no constituye realmente una demostración: muchos dicen que, puesto que no hemos dicho dónde está el poblado, la solución debe ser independiente de la localización. A pesar de todo, también han entrado en el sorteo ya que, a la vista de las respuestas, hemos revisado la presentación del desafío y pensamos que, si queríamos una demostración (¡y sí la queríamos!), teníamos que haber preguntado de otra manera (nosotros también aprendemos de vosotros).

Este jueves os presentaremos un nuevo desafío.

Ya hay solución para el <a href="http://www.elpais.com/videos/sociedad/lado/elpepusoc/20110714elpepusoc_1/Ves/">decimoctavo desafío</a> con el que EL PAÍS celebra el <a href="http://www.rsme.es/centenario/" target="_blank">centenario de la Real Sociedad Matemática Española</a>. Esta semana el problema lo planteaba David Obrador Sala, profesor de matemáticas de educación secundaria y miembro de la <a href="http://acgeogebra.cat/joomla/" target="blank">Associació Catalana de GeoGebra</a>, y consistía en averiguar cuanto tiempo al día emplearía una tribu instalada en algún lugar de un territorio con forma de triángulo equilátero de 10 kilómetros de lado en visitar los tres bordes del mismo para aprovisionarse de agua y alimentos. Como muchos lectores han observado, la tribu necesita para su recorrido 3,46 horas diarias y esto no depende del punto del triángulo en el que esté situado el poblado. <a href="http://www.elpais.com/articulo/sociedad/caminata/horas/elpepusoc/20110719elpepusoc_20/Tes">VER LA SOLUCIÓN POR ESCRITO</a> | <a href="http://www.elpais.com/articulo/sociedad/desafios/matematicos/elpepusoc/20110712elpepusoc_8/Tes">CONSULTA LOS 17 PROBLEMAS ANTERIORES</a> Vídeo: ÁLVARO ÁLVAREZ RICCIARDELLI / BERNARDO MARÍN
David Obrador Sala, profesor de matemáticas de educación secundaria y miembro de la <a href="http://acgeogebra.cat/joomla/" target="blank">Associació Catalana de GeoGebra</a>, presenta el decimoctavo de los desafíos matemáticos con los que EL PAÍS celebra el <a href="http://www.rsme.es/centenario/" target="blank">centenario de la Real Sociedad Matemática Española</a>. Envía tu solución antes de las 00.00 horas del martes 19 de julio (medianoche del lunes) a la dirección <a href="mailto:problemamatematicas@gmail.com">problemamatematicas@gmail.com</a> y gana <a href="http://www.elpais.com/promociones/matematicas/">una biblioteca matemática</a> como la que cada semana distribuye EL PAÍS. Esta semana en el quiosco, por 9,95 euros con el periódico, <i>Un descubrimiento sin fin</i>, de Enrique Gracián. A continuación, para aclarar las dudas y en atención a nuestros lectores sordos, incluimos el <b>enunciado del problema por escrito</b>. Esta semana le echamos un poco de literatura al enunciado... Hace muchos siglos un pequeño grupo de antepasados nuestros buscaban un lugar adecuado donde establecerse y formar un poblado. Fue así como descubrieron un magnífico territorio llano en forma de triángulo equilátero de 10 km de lado. Era una tierra llena de posibilidades: A lo largo de uno de los lados del triángulo, discurría un río tranquilo y cristalino de donde podían tomar el agua e incluso pescar. Otro de los lados se abría en toda su longitud a una sabana en donde podrían cazar buenas piezas . El tercer lado limitaba completamente con un terreno fértil que podían cultivar Felices con este descubrimiento se establecieron en un punto de esta vasta llanura triangular y construyeron tres caminos que unían el poblado con cada uno de los lados. Cada camino unía el poblado con uno de los lados en línea recta y de manera que el trayecto era el más corto posible. Y empezaron a vivir según sus ancestrales costumbres. Cada día, con el alba se dirigían al río a buscar agua e incluso algún pescado, si la suerte acompañaba. De regreso al poblado cambiaban los cántaros por los arcos y las flechas, y recorrían el camino hasta el límite de la sabana para cazar alguna presa que llevaban al poblado ante la alegría de todos. En la hoguera cocinaban sus manjares. Tras la comida y antes del trayecto vespertino, un poco de descanso. Por la tarde tomaban el camino hacia las zonas de cultivo para llevar a cabo rudimentarios trabajos agrícolas. Al atardecer volvían al poblado llevando, en ocasiones, el fruto de las sencillas cosechas. Se trataba de una vida tranquila que sólo tenía el inconveniente de las largas caminatas de ida y vuelta en línea recta por los trillados caminos hacia el río, la sabana y los cultivos. Paso a paso, ni muy lentos ni muy rápidos, a una velocidad constante de 5 km/h, cada día recorrían los tres caminos que les aseguraban su sustento. Eran felices y vivían en paz... aunque a veces se sentían cansados de tanto caminar. Lo que preguntamos esta semana es: ¿Cuántas horas empleaban cada día en recorrer estos caminos? ¿Cuántas horas emplea cada día un individuo de esta tribu en recorrer ida y vuelta estos trayectos? <b>NOTAS IMPORTANTES: Os pedimos la solución en horas con dos decimales, no en horas y minutos. Debéis enviarnos la solución y el razonamiento que os ha conducido a ella. </b><b> <a href="http://www.elpais.com/articulo/sociedad/desafios/matematicos/elpepusoc/20110712elpepusoc_8/Tes">VER LOS 17 DESAFÍOS MATEMÁTICOS ANTERIORES</a> </b>Vídeo: ÁLVARO ÁLVAREZ RICCIARDELLI / BERNARDO MARÍN

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