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Los centros educativos ceden sin permiso información personal de padres y alumnos

La Agencia de Protección de Datos asegura que los colegios piden detalles "excesivos"

Carmen Morán Breña

Los centros educativos no custodian como debieran los datos de sus alumnos, y eso que parte de la información que manejan está incluida entre la de protección especial porque atañe a la salud del niño, a su origen racial o su confesión religiosa. A veces incluso se pregunta por el cargo que ocupan los padres en sus empresas. La documentación se cede sin consentimiento a otros colegios o a las contratas que sirven las comidas. La Agencia Española de Protección de Datos ha inspeccionado 61 centros, les pone un suspenso por sus "numerosas carencias" y dice que piden detalles "excesivos".

A veces, la Agencia Española de Protección de Datos efectúa inspecciones de oficio en determinados sectores, como la hostelería, para recordar que hay una ley que aplicar. En esta ocasión les ha tocado a los centros educativos, que suelen manejar información delicada sobre los alumnos y sus padres. Se han encontrado con centros en los que se veía la foto de un niño colgada a la entrada del comedor y se recordaba que es celíaco. En otras ocasiones, los servicios administrativos de los colegios preguntan por la opción religiosa, la cartilla de vacunación y otros datos "excesivos" para formalizar una matrícula escolar. La situación familiar o laboral de los padres así como sus teléfonos particulares o sus profesiones figuran a menudo entre los datos que recaban los colegios e institutos y no hay seguridad suficiente para protegerlos ni control para cederlos a otras instituciones o empresas.

No se hace con afán de lucro sino "por un desconocimiento generalizado de la ley", explicó ayer el director general de la agencia, José Luis Piñar. A veces es la "buena fe" lo que impulsa a los colegios a recoger y hacer público algún dato delicado del alumno, como por ejemplo sus trastornos alimentarios. Pero lo cierto es que esta información se suele ceder a otros centros escolares donde estudiará con posterioridad el alumno sin consentimiento expreso. O se facilitan datos personales de las familias a asociaciones de antiguos alumnos o incluso a padres que quieren organizar una fiesta sorpresa a sus hijos con la asistencia de sus amigos.

En lo que respecta al expediente académico, suelen recoger los datos necesarios, pero "no saben cuándo ni cómo" han de cancelar esta información. "A veces lo tiran a la papelera, sin más, o conservan demasiado tiempo datos personales que no tienen por qué figurar en el expediente académico", afirmaron ayer responsables de la agencia.

Para extraer estas conclusiones, con las que han calificado a los centros con un suspenso ("están por debajo del cinco sobre diez") en protección de datos, se han examinado 61 colegios e institutos públicos, privados y concertados de toda España, salvo los centros públicos de Madrid, Cataluña y País Vasco, comunidades que tienen agencias propias.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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