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Una clínica de EE UU ofrece niños a la carta

El centro dice haber recibido media docena de peticiones para seleccionar genéticamente el sexo de los bebés o el color de sus ojos

Una clínica de fertilidad de Los Ángeles (EE UU) ofrece a los futuros papás la posibilidad de elegir el sexo de su bebé o algunos de sus rasgos físicos, como el color del pelo o de los ojos. El centro médico, Institutos de Fertilidad, asegura que ya cuenta con "media docena" de peticiones, según el diario norteamericano The Wall Street Journal. Para obtener el niño a la carta, la clínica se basaría en el denominado Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP), utilizado hasta ahora con fines puramente médicos y consistente en la selección de embriones para eliminar la carga genética de determinadas enfermedades hereditarias.

El centro está dirigido por Jeff Steinberg, un pionero en el desarrollo de las técnicas de fertilización in vitro en los años 70. En su opinión, no hay nada de malo en su propuesta, y los padres acuden a su clínica tanto por motivos médicos como estéticos, informa la cadena británica BBC. Según ha explicado, una pareja puede querer tener un niño más moreno para protegerlo de un posible cáncer de piel si ya tienen un hijo con un melanoma. Pero otra pareja, ha subrayado, puede querer tener, sin más, un niño con el pelo rubio. "Yo no diría que se trata de un camino peligroso, sino de un camino aún sin explorar".

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El desarrollo del Diagnóstico Genético Preimplantacional, no sujeto a ningún tipo de regulación estatal o federal en los Estados Unidos, ha acelerado el conocimiento genético lo suficiente como para que los tratamientos de selección genética con fines estéticos no sean ya ciencia ficción.

Para Steinberg se trata de un "servicio" que se puede ofrecer desde hace años, pero que ha sido ignorado hasta ahora por la comunidad médica. "Es hora de ponerse manos a la obra", ha dicho.

La doctora Gillian Lockwood, miembro del comité ético del Royal College de Ginecólogos y Obstetricia de Reino Unido, que cita la BBC, cuestiona la moralidad de esta práctica y advierte contra la conversión de los niños "en mercancías que uno compra como si estuvieran en la estantería de un supermercado". En opinión de Josephine Quintavalle, del Comité Ético Reproductivo de ese país, "esto es una consecuencia inevitable de los procesos de fertilidad en los que se crean muchos embriones pero sólo unos pocos son implantados. Siempre hay que elegir".

En España, la Ley de Reproducción Humana Asistida, aprobada en 2006, permite tener bebés seleccionados genéticamente para servir de donantes y curar a hijos gravemente enfermos, y prohíbe elegir el sexo de los niños.

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