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Un cometa que estalla siete veces cada año

Científicos españoles descifran el mecanismo de los fogonazos del 29P/Schwassmann-Wachmann 1, un objeto helado en órbita entre Júpiter y Saturno

Ilustración de los estallidos del cometa 29P/Schwassmann-Wachmann 1 (izquierda), y dos fotografías del cometa captadas con el telescopio IAC/80, del Instituto de Astrofísica de Canarias
Ilustración de los estallidos del cometa 29P/Schwassmann-Wachmann 1 (izquierda), y dos fotografías del cometa captadas con el telescopio IAC/80, del Instituto de Astrofísica de CanariasJ.M.MADIEDO / GABRIEL PÉREZ

El cometa 29P/Schwassmann-Wachmann 1, en órbita casi circular alrededor del Sol , entre Júpiter y Saturno, sufre estallidos luminosos periódicamente. Un grupo de científicos lo ha observado desde 2008 hasta 2010 para averiguar qué mecanismo los produce y, tras analizar los datos obtenidos, sugieren que se originan en las regiones de la superficie del núcleo ricas en hielos. Además, han constatado que se producen cada año siete de estos estallidos (7,4 de media anual), más del doble de lo que se pensaba hasta ahora. En la investigación han sido esenciales las aportaciones de astrónomos aficionados, destacan el astrónomo Josep María Trigo y sus colegas en sus conclusiones.

Cuando, debido a la rotación del cometa, las regiones del núcleo ricas en hielo quedan expuestas al Sol, "se produce una brusca sublimación de los hielos, la materia sólida pasa a estado gaseoso, y la presión del gas hace que sean arrastradas partículas de tamaño micrométrico, lo que origina los estallidos, capaces de incrementar la luminosidad del cometa en más de cien veces", explican los investigadores en un comunicado del CSIC.

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29P/Schwassmann-Wachmann 1, de unos 50 kilómetros de diámetro, descubierto en los años veinte del siglo pasado, se desplaza alrededor del Sol en una órbita casi circular situada seis veces más lejos de la estrella que la Tierra, lo que hace que la temperatura media de la superficie sea de unos 113 grados centígrados bajo cero, por debajo de la temperatura de sublimación del agua, que compone la mayor parte del hielo que lo forma.

"Las explosiones en la superficie del cometa producen chorros de partículas que se expanden desde el núcleo a una distancia de decenas de miles de kilómetros", explica Trigo, investigador del Instituto de Ciencias de Espacio (CSIC). "Las partículas de polvo de la coma del cometa crean densas cortinas que reflejan la luz solar, por lo que los estallidos son incluso fácilmente detectables con telescopios de aficionados". Los chorros de partículas se arquean debido a la atracción gravitatoria que ejerce el propio cometa Los científicos estiman que 29P/Schwassmann-Wachmann 1 inyecta la mayor parte de las partículas de polvo presentes entre Júpiter y Saturno. Su trabajo se presenta en la revista Monthly Notices de la Real Sociedad Astronómica británica.

El interés de los científicos por estos estallidos no se limita al propio cometa, sino que aportan claves importantes sobre la composición, la estructura interna y el comportamiento físico de estos cuerpos, objetos primitivos que seguramente no han resultados alterados desde el origen del Sistema solar, hace unos 4.500 millones de años. "Estos cuerpos nos dan pistas sobre su papel en el comienzo del Sistema Solar, cuando se cree que produjeron inmensas cantidades de polvo que, al ser interceptado por los planetas terrestres, irían enriqueciendo el contenido químico en la etapa previa a la aparición de la vida", comenta Trigo.

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