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Los recortes en educación

Una cuenta abierta para ayudar a los huelguistas

Las familias de un centro apoyan el paro con dinero

Pilar Álvarez

Al norte de la región de Madrid hay un instituto en el que padres y profesores han hecho piña. Son la comunidad educativa del Sierra de Guadarrama (Soto del Real), que desde que conocieron los recortes han organizado meriendas, encierros, una cadena humana... El 13 de septiembre, los padres celebraron una asamblea para conocer cómo les afectaba el recorte de profesores. Según datos del instituto, este curso habrá 800 alumnos (25 más que el pasado) y siete docentes menos, con una plantilla de 74,5 personas (el medio representa media jornada). "No vamos a poder abrir la biblioteca", informaron los docentes. Y juntos buscaron soluciones.

Las familias están pidiendo voluntarios para que la sala de libros no se cierre, explica Salvador Menéndez, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del instituto. Y van a abrir una cuenta bancaria para costear la huelga. "Lo propuso un padre y lo aprobamos por mayoría", cuenta Menéndez. "Cuando tengamos el número de cuenta, lo mandaremos a nuestros afiliados por correo electrónico". El presidente del AMPA tiene un hijo en primero de bachillerato. No se resigna, dice, a que su formación sea de peor calidad que la de su hija mayor, ahora universitaria: "Espero que se mantenga el viaje de fin de curso, pero creo que no hay suficientes profesores".

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Al norte de la Comunidad de Madrid, las familias del instituto Rosa Chacel (Colmenar Viejo) quieren hacer una colecta para sufragar gastos de la huelga, como la compra de las camisetas verdes "por la educación pública", pancartas y otros materiales. También prevén una jornada reivindicativa de puertas abiertas, que celebrarían un domingo de octubre. Los profesores invitarán a los padres y planean "darles alguna clase", explica el docente Juan García.

El aumento de jornada lectiva de 18 a 20 horas semanales, sumado al recorte de profesores interinos, hace peligrar las actividades extraescolares, los desdobles o las guardias en los centros, según han denunciado sindicatos y docentes y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) Giner de los Ríos, mayoritaria en la enseñanza pública madrileña. "Mi hija ha suspendido mates y temo que se pierda en una clase masificada", protesta Nuria Yagüe, madre de dos alumnos del instituto Juan de la Cierva, en el centro de Madrid. Su centro no tendrá desdobles, según les informaron los profesores. Además, su hijo ha elegido dos asignaturas optativas en cuarto de secundaria que aún no tienen docentes asignados, añade Yagüe, dispuesta a unirse a los profesores que el lunes empezaron un encierro en el centro.

Otra madre, Victoria Martín, se sumó ayer a la marea verde de protestas en el instituto San Juan Bautista (al noreste de la capital) en el que sus dos hijas cursan segundo de bachillerato. "Apoyo a los profesores, los recortes no tienen ningún sentido", protestaba ayer junto al centro.

Con información de Tono Calleja y Carolina García.

Protesta en el Rosa Chacel, de Colmenar Viejo (Madrid).
Protesta en el Rosa Chacel, de Colmenar Viejo (Madrid).SANTI BURGOS

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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