La cuesta de septiembre

El verano ha dejado la cuenta corriente al borde de los números rojos. El Banco Central Europeo amenaza con subir de nuevo los tipos de interés y con ello la hipoteca se encarecerá aún más. Y los gastos no han hecho más que empezar. Los niños vuelven al colegio y hay que comprarles nuevos uniformes, zapatos y ropa que se han quedado pequeños. Pagar la matrícula y otros gastos si van a un colegio privado o concertado. Añadir el transporte y el comedor. Los materiales, los libros... Toda una inversión.

Varias organizaciones de consumidores han echado cuentas en la última semana de agosto para que las familias calculen lo que les espera: como mínimo, 210,67 euros. El cálculo lo hace la Unión de Consumidores de España (UCE) para un colegio público en una comunidad en la que los libros de texto son gratis. Incluye los gastos de material (109 euros), el comedor (73,63) y el transporte (35,38).

Galicia es la comunidad donde el comienzo de curso es más barato; Cataluña, la más cara

"Hasta el descubierto en la cuenta sale más barato que un crédito rápido", dice un consumidor

En el otro extremo, los alumnos que van a ir a un colegio privado en una autonomía donde a las familias con alta capacidad adquisitiva no se les conceden becas por los libros. Suman el uniforme, 462,27 euros; libros y cuadernos, 204,66; matrícula de 345; primera mensualidad, 247,50; materiales, 103; comedor, 134,19; y transporte, 66,65. Total, un sablazo de 1.563,30 euros. Por cada niño. Y que puede ser incluso más caro si se cursa secundaria.

La Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) hace a su vez un estudio con 200 colegios en todo el territorio español, que demuestra lo distinto que es que los niños estudien en Galicia, la comunidad más barata, donde la vuelta a un colegio público sale por 382 euros, o en Cataluña, la más cara, donde la cifra se va hasta los 628 euros. Si se compara con la entrada en un colegio privado, el récord vuelve a estar en Cataluña, con 1.480 euros.

El importe de los libros se ha incrementado este año, según FUCI, en un 2% y varía con el nivel educativo que se curse porque en la etapa infantil supone un gsto de 80 euros, en primaria de 170, en secundaria de 195 y 255 en el bachillerato. Para los padres de Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia y La Rioja, el coste es menor ya que son las únicas comunidades que tienen libros gratuitos en todos los cursos de enseñanza obligatoria. Utilizan el sistema de préstamo de libros de forma que puedan ser utilizados por otros alumnos en años académicos sucesivos, siendo renovados cada cuatro años, salvo los libros correspondientes a 1º y 2ª de Primaria que se renuevan anualmente.

Canarias y Andalucía optan por la reutilización, aunque no en todos los niveles educativos. Cataluña y el País Vasco son las regiones más atrasadas en este sistema.

El resto de autonomías tiene el sistema de cheque-libro que consiste en la entrega de un vale para la adquisición de los libros de texto que las familias pueden canjear en el establecimiento de su elección, pasando a ser los libros propiedad del alumno. Estas ayudas varían según cada comunidad y son, a juicio de FUCI, insuficientes ya que el importe no cubre el coste total de los libros de texto. "Es aconsejable diversificar y escalonar las compras", aconseja esta organización, "porque no todo el material es necesario desde el primer día". "Prescindir de las marcas puede suponer un ahorro del 30%", continúan.

"Lo mejor es observar y escoger entre establecimientos", aconseja por su parte Enrique García, de la OCU. "Nosotros recomendamos la biblia del consumidor: comparar".

Y, para el año que viene, como comenta Manuel Pardo, de Adicae, "elaborar un presupuesto familiar con gastos habituales, que ocurren cada año. E ir ahorrando para afrontarlos". Claro que Pardo admite: "Eso se hace más en Europa". Aquí, "pan para hoy y hambre para mañana".

Las organizaciones de consimidores recomiendan varias cosas, de todo, menos acudir a los créditos rápidos. Ésta es una de las advertencias más importantes que están haciendo a las familias cara a la vuelta al cole. El riesgo es sobreendeudarse aun más si se piden créditos rápidos para pagar uniformes, libros, materiales, matrículas o transporte, que en ocasiones sumpan más de 1.500 euros por hijo. Las organizaciones aconsejan evitarlos por su elevado interés (más del 20% TAE) y acudir a otras soluciones, como préstamos familiares o pagos aplazados de las tarjetas de crédito.

"Los créditos rápidos se anuncian en horarios de publicidad baja, como por la mañana", describe Manuel Pardo, presidente de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros (Adicae). "Para que los vea el ama de casa, agobiada, y pique", continúa. Parece que los conceden de hoy para mañana, pero, como explica Pardo, ni son tan rápidos, ni mucho menos baratos: "Cobran unos intereses altísimos, que a veces pueden llegar a casi igualar la cifra prestada".

Para afrontar esta avalancha de gastos, tanto ésta como otras organizaciones de consumidores aconsejan obtener de otra forma los fondos extra. "Por ejemplo, pedir anticipos de la nómina en cuenta, que lo hacen algunos bancos, o anticipos en la propia empresa; pedir el dinero a un familiar, aunque sea haciendo un contrato público donde se acuerden los intereses y el plazo de devolución; o renegociar con la tarjeta de crédito que tengamos un pago aplazado de los gastos de ese mes". Esto es lo que aconseja, por ejemplo, Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). "Incluso los descubiertos en la cuenta corriente salen más baratos", añade.

"Mejor que un crédito rápido es pedir uno personal a nuestro banco", apunta Jean-Bernard Audureau, portavoz de a Asociación General de Consumidores (Asgeco): "El interés ronda el 8-9%, mientras que en un crédito rápido, del 20% no baja". "Otra posibilidad es pedir financiación en la propia tienda", aporta un portavoz de Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), "pero siempre leyendo bien las condiciones, como el interés y los plazos".