"Me da igual si me echan del PP, estoy aquí por mi pueblo"

Frío, nieve y nadie en la calle. Los vecinos de Villar de Cañas (Cuenca), un municipio de 463 habitantes nada acostumbrado a acaparar la atención mediática, comentaban ayer su candidatura a acoger el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares de puertas adentro. No se alzan voces contra el proyecto y en boca de todos está la necesidad de crear empleo. El alcalde, José María Saiz (PP), lo tiene claro: "El ATC supondría la resurrección del pueblo y la comarca".

Una farmacia, dos tiendas de alimentación, una panadería. Villar de Cañas tiene una plaza en el centro del pueblo con 12 casas, pero sólo una habitada. Es la de Concepción Escamilla, dueña de la tienda de ultramarinos lindante: "Me parecería muy bien que hicieran el almacén aquí, porque no hay trabajo. Tengo dos hijas que se han ido a trabajar fuera y, si pudieran, estarían aquí". El testimonio se repite en un pueblo que vive de la agricultura y, en menor medida, de la construcción. La falta de empleo es la causa de que de 463 habitantes censados apenas 300 vivan en el lugar.

"Queremos que la gente vuelva, que las aulas del colegio estén abiertas"

José María Saiz (45 años), el alcalde, es herrero. Tiene un taller de aperos de labranza con sus tres hermanos. Ésta es su cuarta legislatura y fue elegido por mayoría absoluta.

Pregunta. ¿Por qué quieren el ATC?

Respuesta. Queremos que las casas estén abiertas, que la gente vuelva. Que todas las aulas del colegio estén abiertas. Había tres aulas en la escuela y hemos tenido que cerrar una.

P. ¿Qué traería el ATC?

R. Calidad de vida. Empresas, más gente, hostelería. Habría mejoras en las carreteras.

P. ¿Tienen posibilidades reales de conseguir el proyecto?

R. No sé. Creo que tenemos un 33% de probabilidades. Los otros dos candidatos tienen más experiencia en materia nuclear, pero nosotros también cumplimos los requisitos. Tenemos terrenos y agua disponibles, una autovía cerca, aeropuertos militares, en Albacete y Torrejón, y tren, cerca de Tarancón.

P. ¿Dónde lo ubicarían?

R. En un terreno a la salida del pueblo, lo llaman Los blancones. Unas 27 hectáreas de tierras que no son de labor.

P. ¿Cómo ha reaccionado su partido?

R. Me llamaron de la sede diciendo que cómo van a torear esto ahora. No es que me dé igual lo que diga De Cospedal, pero mientras mis vecinos me apoyen me basta.

P. ¿Y no teme que le abran un expediente o le expulsen del partido?

R. ¿Qué me van a hacer si no se han acordado de mi pueblo para nada hasta ahora? No me importaría que me echaran del partido, yo no vivo de la política, sólo estoy aquí por mis vecinos.

P. ¿Y qué piensan ellos?

R. Hasta ahora no ha protestado nadie. La semana que viene habrá una reunión con los técnicos de Enresa que me asesoraron a mí, para que informen al pueblo. Si mi pueblo dijera que no, no voy a ir en su contra.