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Cada día se quitan la vida nueve personas en España

En España se quitan la vida nueve personas al día, según los datos de 2008 -último año disponible- del Instituto Nacional de Estadística (INE). En total, fueron 3.457 personas, de las que 2.676 (el 77,4%) eran hombres. El problema, aparte de la cifra, es la tendencia, indica el psicólogo clínico y presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio, Javier Jiménez. En 2000, el número de personas que se quitó la vida fue prácticamente el mismo, 3.393. Esta estabilidad (que en el fondo es una ligera reducción ya que lo que importa, más que el número absoluto, es la proporción -muertes por 100.000 habitantes-) ha hecho que ya haya más fallecidos por suicidios (o lesiones autoinfligidas, como las registra el INE), que por accidentes de tráfico. Y hace 10 años eso no era ni mucho menos así. Por eso, Javier Jiménez indica que se está trabajando con los conductores, pero que "no se está haciendo absolutamente nada para prevenir el suicidio".

Además, las cifras reales "probablemente" sean mayores que las recogidas por el INE, ya que "hay pacientes que se quieren suicidar y que lo hacen fingiendo un accidente", dijo Jiménez.

Primera causa

En el ámbito mundial, Jiménez ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) constata en sus estadísticas que se suicida una persona cada 40 segundos, y ha asegurado que es la primera causa de muerte violenta en el mundo, dado que se producen un millón de suicidios al año (y 20 millones de intentos), lo que "supera las muertes por guerras y homicidios juntos".

La psicóloga especialista en niños y adolescentes Patricia Montero ha precisado que, en los últimos 10 años, uno de cada 20 adolescentes muertos se han quitado voluntariamente la vida, y ha señalado que la adolescencia es un periodo "difícil" porque se producen muchos cambios que generan "una gran ansiedad".

Para prevenir las muertes y concienciar a la sociedad de la realidad del problema, la psicóloga clínica y neuropsicóloga Teresa Barroso ha destacado la importancia de desmitificar las "falsedades en las que sigue envuelto el suicidio, tanto para la población como para algunos profesionales médicos". En este sentido, ha destacado que "el suicidio no es una enfermedad mental".

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