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El diario de Myrna

Lo que sigue es el relato pormenorizado de la mexicana Myrna Elisa Berlanga, de 31 años, que el sábado 2 de mayo llegó a Pekín de visita turística y fue puesta en cuarentena en el hotel Guomen por temor a la gripe A. Este martes, tres días después, ha sido sacada en ambulancia del establecimiento y conducida a un avión de regreso a México.

¿No es discriminación?

Mi vuelo fue Houston-Pekín con escala en Newark. El vuelo en el que llegué aquí a Pekín es el #89 de Continental. Al aterrizar nos pidieron que siguiéramos sentados y que pasarían a tomarnos la temperatura a todos a nuestro lugar. Entran totalmente cubiertos y comienzan a pasar por los lugares pidiéndonos el pasaporte y una hoja que llenamos durante el vuelo. Al llegar a mí ni siquiera me tomaron la temperatura, ven mi pasaporte y me piden que me baje y me detienen en la puerta para tomarme fotos y grabarme para los medios locales. Fue totalmente humillante estar enfrente de todos los pasajeros y que los chinos te vean y te traten como a un apestado. Me bajan y me suben a una ambulancia y me dan una mascarilla. Estuve esperando a que terminaran de revisar el vuelo y bajan a otro mexicano y más tarde a un americano.

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Nos llevan a los tres en la ambulancia a un laboratorio-móvil ahí mismo en el estacionamiento del aeropuerto y al resto del avión a terminal y salida. Nos dejaron ahí cinco horas y no nos decían nada, sólo nos pasaron un termómetro (yo tenia 36 grados y ellos dos 37) y nos hicieron preguntas del tipo ¿a qué vienen?, ¿de dónde son?, ¿algún síntoma?, mientras nosotros platicábamos y resulta que el otro mexicano ni siquiera fue a México, él vive y trabaja aquí desde hace dos años, estuvo en Estados Unidos durante tres días, pero también lo bajaron porque su pasaporte es mexicano (tampoco le tomaron la temperatura). Él obtuvo el teléfono local de la embajada mexicana y nos comunicamos e informamos sobre cómo nos tenían, sin información ni nada. De repente, alguien venia (nos separaba un cristal) y examinaba los papeles y se iba de nuevo, pero, aunque tratábamos de hablarles, no nos entendían, casi nadie hablaba inglés siquiera. El americano es un chavito como de 20 o 22 años que en su hoja puso que había tenido tos hacía dos semanas. Por eso lo bajaron (a él sí le tomaron la temperatura).

Nos tenían bajo llave y nadie venía ni nada, excepto cuando el mexicano tocaba el cristal fuertemente para que alguien viniera. Después de un rato vinieron y sacaron al mexicano y luego al americano; pensé que los habían dejado ir (pues en cierto modo yo era la única que venía de México D. F., aunque no directamente), pero al rato escuché otra vez que alguien tocaba un cristal a lo lejos y contacte por teléfono con el mexicano; era él y sólo nos habían separado a todos. Cinco horas después vinieron a por nosotros y nos subieron a una ambulancia que iba escoltada por una patrulla y el mexicano llamó de nuevo a la embajada, donde le dijeron que nos traían a un hotel donde estaban otros en cuarentena.

Antes de salir del aeropuerto llegamos a otra unidad móvil y de ahí sacaron a otro mexicano, que venia en otro vuelo distinto al nuestro. A los cuatro nos trajeron al hotel y luego no nos dejaban entrar. Durante 30 minutos esperamos la autorización no sé de quién, y gracias a Dios en ese lapso llegó el representante del cónsul a explicarnos. Resulta que al lado del hotel está un hospital que es como un centro epidemiológico. Nos dijo que habían tenido ahí encerrados a una familia y a una pareja (todos mexicanos). Ellos venían en el vuelo de la persona que resultó infectada en Hong Kong y los buscaron y trajeron. Al no presentar ningún síntoma, los pusieron en cuarentena aquí en el hotel. Nos dijo también que el Gobierno mexicano estaba haciendo todo lo posible y que China nos quería tener siete días en cuarentena. Entramos y el cónsul ya no tuvo autorización para entrar, nos dio su teléfono móvil y desde entonces está en contacto con nosotros, está al corriente, nos trae de comer, nos llama y nos cuenta los avances y posibilidades, etcétera. De no ser por la Embajada mexicana a través de él como contacto, estaríamos totalmente desinformados. A cada uno nos dieron una habitación y nos volvieron a medir la temperatura y a hacernos más preguntas. Las dos veces que me examinaron tenía 36 grados; ellos 37.

Entramos y conocimos a los otros mexicanos que nos mencionaron y gracias a Dios también estaban bien aunque más cansados que nosotros. El hotel está vacío, sólo estamos los 10 mexicanos. Periódicamente nos vienen a tomar la temperatura y vienen a limpiar los cuartos. Estamos tranquilos aunque incómodos por la forma en que hicieron las cosas y el trato arbitrario en el aeropuerto.

Nuestra duda era si estaríamos esos siete días aquí y si después de esa cuarentena nos enviarían a México o nos permitirían continuar nuestros itinerarios.

Al día de hoy

Seguimos encerrados los mexicanitos. Se han llevado al chico americano, en un principio creímos que lo habían dejado irse, pero resulta que lo llevaron al hospital porque tenía una "fiebre" de 37.4. Pobre Dios lo cuide, porque, según lo que me contaron los mexicanos que estuvieron ya en hospital, está totalmente sucio (sangre en un barandal, mocos en la pared, el baño sin papel, cabellos en la cama, de comer les dieron dos huevos cocidos y una barra de pan). Bueno, hay varios medios que nos estuvieron llamando para preguntarnos nuestras distintas experiencias. Uno de ellos me comentó que estuvo tratando de llamarnos a nuestras habitaciones y las llamadas no entran (así que ruego a las compañías de telefonía móvil que sean compasivas con nosotros a la hora de los recibos, je,je). Gracias a Dios la Embajada mexicana a través de la misma persona se ha portado increíblemente con nosotros aquí y estamos muy agradecidos; nos ha atendido y tenido al tanto de la información que iban recibiendo.

Comenzamos a ver a través de Internet cómo se ha ido dando todo en México y el interés por nuestro bien y el trato discriminatorio que hemos recibido. En lo personal, y creo que como el resto de los adultos que estamos aquí, finalmente te resignas y pides que todo pase rápido; entiendes en cierta forma la intención de China de proteger su pais por experiencias anteriores, pero no entendemos su forma de actuar, tan arbitraria y discriminatoria; ¿cómo explicas a un niño de 4 u 8 años que tiene que estar encerrado? Me quebrantó tanto el escuchar la vocecita de una de las pequeñas preguntándole a su mami: ¿vamos a poder ir hoy a la muralla?. ¿Cómo explicarle a un niño totalmente sano que no puede salir de un cuarto, que tiene que andar con la boca cubierta, que no brinque, que no corra...?

Salimos a caminar al espacio que no está acordonado (porque resulta que todo el hotel tiene una cerca por la que afuera hay policías o militares cuidando que nadie pase, ni de adentro para afuera ni viceversa), y en eso nos abordaron un grupo enviado por el Gobierno chino en el que venia un médico a explicarnos. En ese momento yo estaba contestando una llamada de una cadena de radio mexicana y platicándoles algo de mi experiencia, cuando me acerco y escucho que les están diciendo que por estar en el avión en el que venia la persona "confirmada" con el virus, tenían que estar siete días en cuarentena y observación (que es lo que dicen sus expertos tarda el virus en incubar). Entonces comenzó mi discusión con ellos:

YO: ¿Y yo por qué también, si mi vuelo es distinto?

Dr.: Porque tú no sabías pero en tu vuelo venía alguien con fiebre a tu lado.

YO: A ver, a mi lado había un canadiense y una china, ¿quién de ellos dos tenía fiebre? Porque yo los vi super bien.

Dr.: O sea, a tu alrededor un americano, y mientras se determina si está infectado o no.

YO: ¿Y por qué si hay posibilidad de contagio sólo me bajaron y encerraron a mí y no a todo el vuelo, al igual que el de ellos?

Dr.: Todas las personas de tu vuelo no están en Pekín, están en distintas ciudades de China, pero sí los tenemos en hoteles y hospitales.

YO: Pues en mi vuelo venían amigos míos y ellos no están en ningún hotel en el que ustedes les hayan puesto ni en un hospital.

Dr.: ¿Dónde están tus amigos?, ¿en qué ciudad?

YO: Obvio, no les voy a decir, los van a cazar y recluir igual que a nosotros.

Dr.: No existe discriminación hacia ustedes los mexicanos, no lo sientan así y traten de entendernos.

YO:Entonces en resumen, ¿por qué tengo yo que estar 7 días encerrada si el caso del "posible" en mi avión no es determinante y por qué sólo yo y no todo mi avión?

Dr.: No tenemos todos los datos clínicos, pero le informaremos luego.

YO: Suponiendo que permanezco, al determinar ustedes que no tiene nada esa persona o sí, pero ya pasaron mis 7 días y yo no muestro nada, ¿podré continuar mi itinerario de paseo aquí o me van a seguir parando en todos los lados? (misma pregunta de la familia)

Dr.: Ustedes serán libres en China de pasear lo que les reste de su permiso.

Total ellos traían unos juguetes de regalo para los niños, pero la verdad es que ni les pusieron atención. La Embajada mexicana hasta en esos detalles se ha preocupado por ellos y ya tienen muchos juguetes y películas. Lo único que quieren los niños es salir y pasear y conocer (igual que yo: el hermoso viaje inolvidable que nos prometieron, je, je). Su papá fue muy amable y comprensivo (bajo mi punto de vista, porque no sé si cualquiera hubiera tenido el temple de agradecer la atención de venir a informarnos y decirnos que los niños seguirían encerrados varios días más). Nos despedimos de ellos.

Luego ya al entrar y pensar bien las cosas hay varios puntos que no me cuadran:

1. Yo no iba en primera clase, pero era de los primeros asientos de turista. Cuando llegan a mí, no me miden la temperatura ni a los de alrededor mío, sólo ven mi pasaporte y me piden que los acompañe: ¿en qué momento se dieron cuenta de que alguien alrededor mío tenía "fiebre" si se supone que acabábamos de aterrizar?

2. ¿Por qué de mi área sólo a mí me bajaron y no a los canadienses, americanos, chinos que venían cerca?

3. ¿Por qué si hay una "posibilidad de contagio" (por cierto, no confirmada en mi vuelo) dejan al resto del avión salir y andar por toda China?

4. Si el americano que se supone que es la "posibilidad de contagio" es el jovencito que bajaron, entre nosotros dos había una distancia como de 15 o 20 filas, él estaba muy atrás, incluso estaba más atrás del otro mexicano que bajaron de mi mismo vuelo, ¿por qué no bajaron a los de alrededor de él? O sea, ¿que alrededor del otro mexicano había otro "posible"?, ¿y por qué sólo fuimos bajados dos mexicanos y ese americano de mi vuelo?

5. El otro mexicano que conocimos en la ambulancia, trayecto aeropuerto-hotel, venía en un vuelo distinto al nuestro, ¿con él también venía un "posible"? o ¿por qué lo bajaron sólo a él de todo su vuelo?

6. ¿Seguros de que no hay discriminación o fobia hacia los mexicanos? ¿O parte de su protocolo de prevención contra el virus incluye el trato humillante de sacarte frente a todo el avión sin siquiera revisarte, pararte en la puerta del avión mientras eres fotografiado y grabado en la televisión local, encerrarte bajo llave varias horas en una unidad en la que el baño está adaptado como bodega de tiliches, no decirte o explicarte nada (¿por qué? ¿cuánto tiempo? ¿a dónde?), ver que hasta las bolsas de basura que ponen en tu cuarto son "especiales", no te saben decir (porque "de esa parte no están informados") cuánto tiempo más estaremos aquí encerrados y qué seguirá? ¿Por qué no dejan a nuestro contacto de la embajada vernos? ¿Por qué de repente las líneas telefónicas de nuestras habitaciones no reciben llamadas del exterior? ¿Por qué si sólo somos 10 mexicanos en el hotel, mínimo no haya algún traductor que nos hable en inglés? ¿Por qué nos otorgaron visas uno o varios días antes de salir para acá y después de preguntar en la embajada en México si todo esta bien, llegar y ser aprisionados?

La verdad es que ya no sé si estoy enojada o el cansancio va ganando; lo único que queremos es salir, no estamos enfermos, nadie tiene temperatura, tos, gripa, nada!!!

Las ventilaciones selladas (habitación y baño) en el hotel Guomen de Pekín
Las ventilaciones selladas (habitación y baño) en el hotel Guomen de Pekín

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