La dimisión del director de un psiquiátrico conmociona a Marruecos

En Marruecos nadie dimite, y menos de un cargo público. El director del psiquiátrico de Tetuán, el doctor Rachid Hasnouni Alaui, sí lo ha hecho para evitar cumplir una orden del fiscal jefe de la ciudad: encerrar a un narco, Mohamed Charef, al que, según el médico, se empeñan en hacer pasar por loco y que no tardará en escaparse.

Hassan Barhoun es probablemente el internauta más activo del norte de Marruecos. En su blog acusó al fiscal del tribunal de apelación de amparar a los narcos. Recogió firmas a favor del director del psiquiátrico y organizó incluso, hace tres semanas, una concentración solidaria ante las puertas de su hospital.

Barhoun fue detenido en febrero, ingresó en prisión y el viernes fue condenado en primera instancia a seis meses de cárcel y a 450 euros de multa por "ofensa a magistrados". Su abogado recurrió la sentencia y ahora será juzgado por un tribunal de segunda instancia cuyo fiscal es el ofendido.

Ningún letrado de la ciudad se atrevió a defender a Barhoun, que recurrió a uno de fuera. "Pederastas, narcos y asesinos encuentran aquí abogados para defenderles, pero nadie quiere hacerlo con un bloguero", se indigna el periodista tetuaní Alí Lmrabet, que asistió a la vista oral.

El doctor Alaui tiene motivos para no querer aceptar en su hospital a un barón de la droga condenado por un asesinato perpetrado en plena calle en 2000. "Esta misma persona ya ingresó aquí en 2001 por la misma razón, pero se escapó", recuerda, porque el centro es abierto. "Entonces se consideró responsable al director del hospital, que tuvo que rendir cuentas ante la justicia".

Para evitar que le pase lo mismo, Alaui pidió en febrero al fiscal jefe, que le llamó por teléfono, que ordenase el ingreso de Mohamed Charef en otra institución. "La respuesta del magistrado fue un no categórico", afirma. Entonces dimitió.