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Reportaje:

La estatura media de los jóvenes españoles ha crecido siete centímetros en dos décadas

Una nueva ciencia, la auxología, liga la altura con los riesgos de mortalidad

El mundo desarrollado crece. En los últimos 150 años, la estatura media de los europeos ha aumentado más de 20 centímetros. En España, el ascenso ha sido más espectacular todavía. La talla media de los varones españoles (1,74 los mozos del reemplazo de 1994, según datos de la Estadística de Reclutamientos de los Ejércitos) ya es similar a la de los demás europeos. En dos décadas, los jóvenes españoles han crecido siete centímetros. Según la nueva ciencia de la auxología -el estudio del crecimiento humano que combina las disciplinas de historia económica, pediatría, biología y sociología-, la estatura media refleja hasta qué punto le va bien o mal a una población y es una medida mucho mejor del nivel de vida de una nación que indicadores tan convencionales como el producto nacional bruto o la renta per cápita.

"Coger uno o dos centímetros más nos costará a los españoles quizá medio siglo", dice Basilio Moreno Esteban, jefe clínico de Endocrinología del hospital Gregorio Marañón de Madrid. "El salto decisivo ya se ha dado". Lo genético sigue siendo clave en el crecimiento, advierte Moreno Esteban. "Un 60% es genética, un 30% alimentación y el 10% restante se debe a otros factores. Ello explica que, aunque el Tercer Mundo tenga una talla sensiblemente inferior al mundo desarrollado, también se den dentro de él diferencias como la gran estatura de los tutsis y la inferior de los kikuyus".En 1985, Moreno Esteban dirigió un estudio sobre el crecimiento en escolares madrileños de entre 4 y 18 años. "Se constababa una distancia a favor de los chicos de clase alta sobre los de la periferia. Hoy no hay diferencias entre ciudad y campo, porque la alimentación y las condiciones de salud son similares. Sí influyen las dificultades con la cesta de la compra en los cinturones industriales". "Si un niño come bien no por eso va a medir más", dice gráficamente Moreno Esteban. "Pero es seguro que crecerá menos si come mal".

Los auxólogos aceptan que la estatura es una respuesta tanto a la naturaleza como a la alimentación. Su argumento es que, diferencias genéticas aparte, los cambios en las condiciones de vida causan cambios radicales en la estatura media. Cuanto mejores sean esas condiciones, más alto será el ciudadano medio. Richard Steckel, profesor e historiador económico de la State University de Ohio, que lleva estudiando la altura desde 1975, dice: "Aunque los genes son determinantes importantes de la altura individual, estudios de poblaciones genéticamente parecidas y diferentes en diversas condiciones indican que las diferencias de altura media se pueden achacar en gran medida a factores ambientales".

Si se utiliza la estatura como único criterio, el mejor lugar del mundo para crecer actualmente es Holanda. Los holandeses jóvenes miden una media de 183 centímetros y la altura media de todos los holandeses es de 179 centímetros, aproximadamente un centímetro más que los noruegos, daneses y suecos. Los varones estadounidenses y británicos miden una media de 175 centímetros. Según Stecke1, hace más de un siglo, los holandeses eran uno de los pueblos más bajos de Europa y allá por 1750 el estadounidense medio medía 7 centímetros más que el británico medio. Stecke1 añade: "Quizá la pérdida del liderazgo intemacional de estatura de EE UU debería servir de advertencia".

Steckel afirma: "Mientras que el peso es un indicador del estado actual de salud de una persona, la altura refleja la historia de la nutrición de un individuo".

Los investigadores subrayan que hablan de promedios, no de individuos, pero han establecido claros vínculos entre estatura y salud. En Noruega, un estudio del profesor Hans Waaler demostró que los hombres y las mujeres altas viven durante un tiempo considerablemente más largo: por ejemplo, entre las mujeres de edades comprendidas entre los 40 y 44 años, el índice de mortalidad de aquellas que miden entre 145 y 149 centímetros es el doble que el de las mujeres de una altura de entre 165 y 169 centímetros. El índice de mortalidad de los hombres noruegos de edades comprendidas entre los 55 y 59 años que miden entre 150 y 155 centímetros es el doble del de los hombres cuya talla oscila entre los 185 y 189 centímetros.

Hay indicios de que la conexión estatura-salud puede ser limitada. El estudio noruego halló que el índice de mortalidad más bajo de la gente alta se estabiliza alrededor de los 188 centímetros. De forma parecida, en el estudio de reclutas del Ejército de EE UU, la incidencia de molestias crónicas disminuye con la altura hasta los 188 centímetros; a partir de ahí, aumenta otra vez.

¿Qué nos cuenta la auxología de nuestro futuro? ¿En qué acabará todo? Según el holandés Van Wieringen, no es demostrable que la columna vertebral no pueda soportar una altura de tres metros. "Las jirafas y otros animales consiguen combinar una estatura y un peso enormes", dice. "Puede que la capacidad de nuestro esqueleto aumente al mismo tiempo. No creo que hayamos llegado al límite".

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