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Un estudio relaciona el consumo de marihuana con un mayor riesgo de padecer cáncer de testículos

Científicos de EE UU creen que el cannabis anula el efecto anticancerígeno de una sustancia química que el hombre genera de manera natural

Desde los años 50 del siglo pasado, la incidencia del cáncer de testículos del tipo seminoma y no seminoma ha aumentado de un 3% a un 6% en Europa, Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. En el mismo periodo de tiempo, el consumo de marihuana se ha incrementado en estos lugares. Un estudio de un equipo de investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center (EE UU) asegura que el consumo de marihuana aumenta de forma importante el riesgo de padecer el tipo de cáncer no seminoma, sobre todo entre aquellos hombres que fuman marihuana de forma regular o que lo han hecho durante un largo periodo de tiempo, principalmente desde la adolescencia. Según los autores de la investigación, que publica la revista Cancer, en estos dos últimos casos el riesgo de padecer ese tumor se duplica.

El tipo de cáncer no seminoma representa un 40% de los casos de tumores testiculares, tiene un rápido crecimiento y afecta principalmente a hombres de entre 20 y 30 años.

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras estudiar a 369 enfermos de cáncer testicular de entre 18 y 44 años e interrogar sobre sus hábitos a 979 individuos sanos.

Los antecedentes familiares, el desarrollo genital anormal y tener testículos no descendidos son factores de riesgo en los tumores testiculares. La exposición crónica a la marihuana tiene múltiples efectos adversos en los sistemas endocrino y reproductivo: disminuye la calidad del esperma, contribuye a la impotencia masculina y hace decrecer los niveles de testosterona. La infertilidad y una pobre calidad del esperma son factores a su vez relacionados con el riesgo de padecer cáncer de testículos.

Los investigadores tienen que responder ahora, entre otras, a la pregunta de cómo el cannabis fomenta el desarrollo del tumor testicular, pero sospechan que puede deberse a que destruye el efecto anticancerígeno de una sustancia química que el hombre produce de forma natural.

Se piensa que el tumor testicular comienza en el útero materno, cuando algunas células fetales germinales, aquellas que serán las responsables de la formación del esperma, no tienen un desarrollo adecuado. Cuando el individuo llega a la adolescencia, el contacto de esas células con las hormonas sexuales masculinas y otros factores ambientales puede hacer que aquéllas se vuelvan cancerosas. Esto concuerda con los hallazgos del estudio, que asocian intensamente el riesgo de cáncer del tipo no seminoma con el consumo de marihuana antes de los 18 años.

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