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El fiscal pide 63 años a un matrimonio por prostituir y violar a sus hijos discapacitados

Los padres aceptaban dinero de terceros a cambio de organizar orgías entre ellos y los niños

La Audiencia de Madrid celebrará la próxima semana dos juicios espeluznantes por corrupción, violación y abusos sobre tres niños. Los acusados son familiares directos de los menores. En uno de los casos, las víctimas son dos hermanos -chico y chica y ambos con grave discapacidad intelectual- cuyos padres cometían con ellos auténticas fechorías sexuales y, además, permitían ver y participar en las orgías a un vecino que pagaba por ello. El fiscal solicita para el padre de ambos menores 36 años de cárcel, 27 para la madre y otros 33 años para el vecino.

El primero de estos macabros casos, investigado por un juez de Valdemoro, será enjuiciado el martes día 17 en la Audiencia madrileña. Tres personas se sentarán en el banquillo: los padres de la pareja de hermanos y un vecino del barrio que hoy tiene 77 años, edad que, de ser condenado, previsiblemente le permitirá eludir la cárcel. Los nombres de los procesados se van a omitir para evitar la identificación de los menores, amparados por la Comunidad de Madrid.

El caso de estos dos hermanos prostituidos por sus padres recuerda otro similar que desató una gran conmoción en Francia. Pero con una diferencia: el juez francés archivó la causa al poco de abrirla al no poder acreditar los hechos, mientras que en este caso, tanto el juez como el fiscal han visto sobradas pruebas para que los padres y el vecino vayan a juicio y se enfrenten a fuertes penas de cárcel.

De los hermanos de Madrid, el menor es el niño -12 años- y tiene "una minusvalía por retraso mental madurativo del 39%", según los médicos. La hermana, de 14 años, padece un retraso fijado en un 53%.

Según el fiscal, los ataques sexuales a estos niños comienzan en 2002. Cerca de la casa de estos niños, vivía M. F. S., de 77 años. Éste tenía por costumbre atraer con regalos y dinero a su casa a niños del barrio. Según el fiscal, cerraba la puerta y "les pasaba visionados de películas pornográficas" y durante las proyecciones "les sometía a todo tipo de actos libidinosos", incluyendo violaciones. Entre los menores que acudían a casa de este vecino estaba la citada pareja de hermanos. Con ellos, el vecino se mostró especialmente cruel. "Ambos fueron objeto", detalla el fiscal, "de constantes abusos sexuales. Les pagaba dinero para que realizaran actos sexuales delante de él. Luego, violaba analmente al niño y vaginalmente a su hermana". Los menores no podían negarse a sus deseos. Les advertía que hacían lo que él les decía "o les golpearía" y cerraría la puerta para que no salieran de allí. La niña intentó huir de casa muchas veces, pero el acusado la retenía por la fuerza. "Si te vas, diré que tú eres la culpable", amenazaba.

Lo más terrible de este caso es que los padres de los niños, "en lugar de protegerlos", los prostituían a cambio de dinero. Según el fiscal, muchas veces recibieron dinero del citado acusado -el vecino- a cambio de organizar ellos mismos orgías con sus hijos en la casa de éstos o en la del vecino. Describe el fiscal: "[Los padres] obligaban a sus hijos a realizar el acto sexual en distintas posiciones e indistintamente con uno u otro, llegando de este modo a mantener relaciones sexuales el padre con la hija y la madre con el hijo, por separado o al mismo tiempo".

Los niños accedían a realizar tales actos "ante el temor a represalias por parte de los padres, que no dudaron en usar la fuerza física en distintas ocasiones para doblegar la voluntad de los menores para que hiciesen lo que ellos o el vecino decían". La madre de ambos menores también padece un "ligero trastorno mental que debilita su capacidad de comprensión", señala el fiscal. Pero el vecino y el padre estaban bien. En el caso del padre, también llama la atención que más de una vez llevase a sus hijos a la Casa de Campo de Madrid y, delante de ellos, se acostase con prostitutas con el objetivo de alentar a sus hijos a que mantuviesen relaciones entre sí.

El fiscal también tiene acreditado que el vecino ofreció "50 euros" el 13 de mayo de 2004 a una chica del barrio, de 14 años, a cambio de que la dejara tocarle. La niña le soltó una patada. El acusado la agarró de los brazos y le causó arañazos, pero la menor logró huir. Los dos hermanos han sido objeto, al menos, de seis delitos de violación y de otros tres de corrupción sexual.

El abuelo pederasta

El otro caso de abusos sexual reiterado que será juzgado en Madrid la próxima semana es el de un menor de seis años. Quienes también debían protegerle eran sus verdugos sexuales. La víctima de este caso es un niño sometido hoy a tratamiento psicológico por las fechorías que sufrió; y los verdugos, su abuelo materno, un hermano del abuelo y un primo de la madre. El fiscal pide para cada uno 15 años de cárcel.

El cautiverio de este niño comenzó en 2001. En vacaciones, viajes y fines de semana, la madre le dejaba con su padre. Al menos en 15 ocasiones, abusó de él el abuelo, según el fiscal. Le obligaba a dormir con él y le sometía a todo tipo de vejaciones. "Si dices algo, parecerás un cerdo", le advertía. Si el abuelo abusó del niño en 15 ocasiones, un primo de la madre lo hizo en otras seis; y un tío abuelo (hermano del abuelo) también en otras 15, según el fiscal. Cada uno por su lado, lo que hacían al niño estos familiares no eran simples tocamientos. Esta "escabrosa situación" ha llevado al menor a un estado de depresión y "sentimiento de culpa" que aún sigue requiriendo tratamiento.

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