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El funcionario decidirá el orden de los apellidos si hay desacuerdo

El Congreso de los Diputados aprobó ayer definitivamente la nueva Ley de Registro Civil. Entre otras, la norma trae consigo la novedad de que los padres decidirán el orden de los apellidos de sus hijos y que, en caso de desacuerdo entre los progenitores, será el funcionario del Registro el que decida cuál va primero, "atendiendo al interés superior del menor", dice el texto aprobado.

Esta última medida ha levantado polémica durante la tramitación de la ley, pues muchos trabajadores de los registros rechazaban semejante responsabilidad, a pesar de que el porcentaje de parejas que no se ponen de acuerdo es ínfimo. El PSOE llegó a proponer que el criterio fuera por orden alfabético, pero eso sí acarreaba problemas con algunos apellidos.

La mayor parte de la reforma, incluido el cambio mencionado, entrará en vigor tres años después de la publicación de la ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El nuevo Registro descarta "todas las fórmulas de discriminación": el reconocimiento del menor, la defensa y protección de las personas con discapacidad, el cambio de apellidos en los casos de violencia de género, o la supresión del apellido paterno, dijo el ministro de Justicia, Francisco Caamaño.

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