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Un grupo de expertos llama a la prudencia en la expansión de las telecomunicaciones

La infraestructura de las telecomunicaciones ya disponible está en buena medida infrautilizada y la tecnología no es el problema básico para el desarrollo de los nuevos servicios de telecomunicación; la: cuestión es ver cuáles de esos servicios son realmente interesantes para los ciudadanos y cómo se utilizan las redes. Éste fue el criterio más coincidente expresado ayer por una serie de directivos de empresas y expertos en telecomunicaciones, que participaron en un debate sobre las autopistas de la información.La discusión se desarrolló ayer en Barcelona, dentro de la conferencia sobre calidad de vida y nuevas tecnologías, organizada por el ayuntamiento de Barcelona y otras ciudades europeas.

Bruno Lamborghini, directivo de Olivetti, subrayó que lo importante "no es lograr que los ciudadanos se queden pegados al televisor recibiendo una serie de servicios, sino fomentar el uso interactivo de las nuevas tecnologías, el diálogo con el resto de la comunidad". En ese sentido se preguntó: "¿Para qué queremos 500 canales de películas?". Y puso como ejemplo de red interactiva en expansión Internet, con 25 millones de usuarios y dos millones más cada mes, según se encargó de recordar Constantin Makropoulos, miembro de la comisión de empresarios que asesora al comisario de la Unión Europea, Martin Bangemann.

La información es el poder

Makropoulos insistió en que "necesitamos un proceso de abajo arriba para introducir la sociedad de la información" y se quejó del retraso europeo con respecto al norteamericano, debido en buena parte a la proliferación de redes incompatibles entre sí en nuestro continente. Una idea que subrayó, con la que coincidieron varios ponentes, fue que "la información es hoy realmente el poder".Antonio Durán, de Transacciones Culturales Multimedia, señaló que el problema actual no es realmente técnico, sino de saber qué es lo que se quiere para desarrollar la tecnología adecuada. Apuntó también que las redes actuales están infrautilizadas y sería razonable rentabilizar lo que hay. Varios ponentes recordaron que las líneas telefónicas se usan menos de 20 minutos por día. En este aspecto insistió Josep María Canals, director de Telefónica en Cataluña, que apuntó también la necesidad de liderazgo que requiere la introducción de nuevos servicios.

Javier Echeverría, de la Universidad del País Vasco, señaló que nos hallamos en un proceso en marcha hacia una nueva forma de ciudad, Telépolis, o ciudad a distancia. Se trata de un ente que vincula puntos territorialmente dispersos unidos por la tecnología y presenta tres problemas: el de la ciudadanía, la invasión de la intimidad y la competencia a la educación clásica.

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