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Reportaje:

Un hiperbalón de fútbol

Los datos de un satélite indican que el universo es cerrado y pequeño

El análisis de nuevos datos astronómicos sugiere que el universo es finito y bastante pequeño, además de tener una estructura inusual, con secciones espaciales dodecaédricas. O sea, que el espacio, las secciones tridimensionales del espacio-tiempo, tiene la forma de un balón de fútbol, simplificación que nunca aceptarían los científicos -franceses y estadounidenses- que han propuesto esta estructura en la revista Nature, pero que puede servir para intentar entender en qué mundo vivimos.

Lo que ellos proponen es que el universo es un espacio dodecaédrico de Poincaré, en el que las caras opuestas están pegadas, de forma que un objeto que se caiga de cualquier cara en este espacio aparece inmediatamente en el borde de la cara opuesta. "La luz viaja a través de las caras de la misma forma, así que si nos sentamos dentro del dodecaedro y miramos hacia fuera a través de una cara, nuestra línea de visión reentra en el dodecaedro por la cara opuesta", afirman Jean-Pierre Luminet, del Observatorio de París, y sus colegas.

Desde luego, estos científicos no son los primeros que sugieren una estructura cerrada para el universo, pero su modelo se basa en recientes datos, procedentes de la sonda WMAP, que ha estudiado con mayor detalle que nunca las fluctuaciones en la radiación de fondo, la energía remanente de la Gran Explosión que dio origen al universo y que lo permea. Los datos indican que, a gran escala, las fluctuaciones de temperatura observadas por el satélite son más pequeñas que las que se producirían en un universo infinito.

Las tres posibilidades que se presentan respecto a la curvatura espacial del universo, recuerda el físico sudafricano George Ellis en la misma revista, es que las secciones espaciales sean planas (las líneas nunca se juntarían, como en el espacio euclídeo, en el que nosotros nos movemos), que tengan curvatura negativa o que tengan curvatura positiva. Por otra parte, el universo puede ser abierto o cerrado, es decir puede ser espacialmente infinito y tener una cantidad infinita de materia o puede ser espacialmente finito y contener una cantidad finita de materia. Las secciones espaciales con curvatura positiva indican necesariamente que el universo es cerrado, pero eso no es verdad, recuerda Ellis, para los demás casos, ya que un universo de secciones planas o de curvatura negativa puede ser finito y por tanto cerrado si su topología es especial.

Lo que sugieren Luminiet y sus compañeros es que vivimos en un universo cuyas secciones tienen curvatura positiva (cerrado) y que además tiene una topología no estándar. De ahí pasan a sugerir que la secciones dodecaédricas del espacio están deformadas esféricamente para poder acoplarse y formar espacios tridimensionales finitos.

Recuerda Ellis que en este modelo no hay lugar para la inflación caótica, una variante del modelo inflacionario de evolución del universo. El universo sería una sola burbuja en expansión y casi podríamos llegar a rodearlo con nuestras observaciones.

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