Un hombre confiesa que descuartizó a una mujer y la tiró en los contenedores

Un hombre de mediana edad, padre de familia y sin antecedentes violentos, confesó la semana pasada ante agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Málaga que había descuartizado a una mujer con la que había pasado una noche de fiesta y que repartió las partes de su cuerpo por los contenedores de la Costa del Sol. El autor confeso de esta dramática muerte, ocurrida en Fuengirola (Málaga) el pasado 6 de abril, ingresó el jueves en prisión preventiva acusado de homicidio. La Policía busca los restos de la víctima en los vertederos de Mijas y Casares.

Según su relato, el acusado, camarero de profesión, aprovechó que su esposa y sus dos hijos pequeños habían ido a visitar a la familia materna para salir de copas y contratar los servicios de una prostituta. Aquella noche, que dijo recordar entre nebulosas, consumieron alcohol y cocaína. Hubo una discusión, y al día siguiente se despertó al lado del cuerpo de la mujer, de 36 años, sin saber qué había pasado. Se miró las manos y vio sus nudillos rasgados. Pasó todo un día con el cuerpo en su casa sin saber qué hacer. Finalmente, fue a una ferretería a comprar un serrucho y la cortó en pedazos. Después repartió los restos por varios contenedores de Fuengirola.

Desde su confesión, la Policía trata de recuperar el cuerpo de la víctima, que se hacía llamar Bianca. Centran sus pesquisas en los vertederos de Mijas y Casares. En este último se hace una minuciosa selección de la basura para reciclaje. Los restos de los días 8 y 9 de abril son claves, según fuentes cercanas al caso.

La víctima, de nombre Alla Mefodova, emigró de Ucrania hace una década y tenía nacionalidad española. A las seis de la mañana del día en que desapareció llamó a un taxista para que la recogiera. Como no apareció, el conductor marcó de nuevo su número. Ella le dijo que su acompañante la llevaría más tarde a casa. No la han vuelto a ver.