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Un hombre mata a cuchilladas a su ex novia cuando paseaba por la calle con sus dos perros

Mónica T. G., de 27 años, murió ayer cosida a puñaladas en un descampado de Madrid mientras paseaba a sus perros. La mató David A. V., vecino y ex pareja suya, de 33 años, porque quería retomar la relación. Ella se negaba. Mónica se ha convertido en la víctima número 59 de la violencia machista en lo que va de año, según el recuento de este periódico.

El crimen ocurrió a las 11.30 en un solar situado a la altura del número 10 de la calle de Isla Graciosa, en el barrio madrileño del Pilar. Mónica había salido, como todos los días, a pasear a sus dos perros, ambos de raza pitbull. De repente, vio aparecer a David, que también iba con su perro. Ambos comenzaron a hablar sobre sus mascotas, según los testigos, pero la conversación se convirtió a los pocos minutos en una discusión acalorada.

Él no había aceptado que la relación se terminara y parecía tenerlo todo planeado. Sacó un cuchillo de cocina de su bolsillo y apuñaló a la joven en la espalda, el tórax y el abdomen. Mónica se desplomó y quedó tumbada en la hierba.

David huyó del descampado, corriendo, mientras los dos perros de Mónica le perseguían. Los canes se abalanzaron sobre el agresor y le mordieron en la mano y en el muslo, según testigos. Él no paraba de correr en dirección a su casa. Las heridas que le causaron las dentaduras de los animales dejaron un reguero de sangre desde las escaleras de Isla Graciosa hasta la calle de Nuestra Señora de Valverde. David cruzó esta vía y entró en su casa, en el número 12 de la calle de Islas Bermudas, chorreando sangre. En ese momento, la tía de Mónica, que regenta la tienda de ropa Tejedor en la misma vía, aún no conocía la tragedia. Su madre y el resto de familiares, que viven en el número 3, tampoco.

Paliza al agresor

Los vecinos de un bloque cercano al descampado avisaron a una tía de la fallecida. Cuando la UVI móvil del Samur llegó al lugar de los hechos, los sanitarios encontraron el cuerpo de la joven ya sin vida. Y a varios de sus familiares, que tuvieron que ser atendidos por su estado de nervios. "¡Hijo de puta!", gritó un primo de la fallecida, que estaba junto al descampado. Salió corriendo mientras una tía de Mónica le seguía los pasos: "¡Carlos! ¿Qué haces?".

El rastro de sangre fue la pista que llevó a la policía a la casa del agresor. Pero, cuando los agentes accedieron a la vivienda, David ya no estaba allí. Se había duchado, cambiado de ropa y había salido a la calle. Varios de los familiares de Mónica buscaron por todas partes al agresor. Cuando lo encontraron, le pegaron una paliza. También intentaron atacar a los familiares del asesino a la puerta de su casa.

La Policía Nacional arrestó al agresor a las 18.30 horas y obtuvo el cuchillo de cocina que le quitó la vida a Mónica. La joven será enterrada mañana en el cementerio de Fuencarral.

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