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Un hombre mata a su pareja a golpes en Mallorca

Laura murió con el cuello roto y el pecho hundido. Tenía 28 años y su frágil cuerpo era un mapa de golpes y moratones. Ella vivía con su pareja, Hermenegildo, de 31 años, en un lúgubre sótano garaje de Marratxí (Mallorca). Por la muerte violenta de la mujer fue detenido como sospechoso su compañero, que acudió en la madrugada del pasado domingo a la Guardia Civil para comunicar que su mujer estaba mal. Cuando el supuesto agresor fue en búsqueda de ayuda Laura llevaba doce horas fallecida. El cadáver apareció tendido en una cama, semidesnudo.

Ambos eran marginados, toxicómanos, consumidores de crack, de nacionalidad española. El hombre ofreció versiones diferentes sobre las circunstancias en las que se había malherido la mujer: habló de una caída en la calzada a causa de un accidente de moto; después narró una supuesta paliza por parte de unos yonquis de un poblado cercano adonde Laura iba para suministrarse de droga.

Laura y Hermenegildo malvivían. Él recogía chatarra e intentaba arreglar motos. Habitaban de alquiler desde hace un año en una vivienda improvisada en un garaje, en los bajos de un restaurante chino de la urbanización popular de Es Figueral, al lado de Palma. Dos vecinas contaron que las discusiones en la pareja eran constantes y que el detenido amenazó días atrás a voces a la mujer conminándole a que estuviera callada porque si no la mataría

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