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El hospital del Espíritu Santo de Barcelona pacta un ERE temporal para los 830 empleados

La Generalitat aprueba el ERE del hospital Sant Pau que afecta al 40% de la plantilla

Los recortes que la Generalitat aplicó en sanidad pública en 2011 siguen provocando expedientes de regulación de empleo (ERE) a las puertas de la segunda tanda de ajustes que anunció el martes el presidente, Artur Mas. El hospital del Espíritu Santo, centro concertado y gestionado por la Generalitat y el Arzobispado de Barcelona, ha pactado un ERE temporal de 25 días para los 830 empleados que tiene en plantilla. La medida salvará y garantizará la viabilidad económica de la entidad tras los ajustes aplicados por Salud, ha señalado esta tarde el hospital en un comunicado. El Hospital del Espíritu Santo atiende a una población de referencia de más de 200.000 personas, procedentes sobre todo de Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià del Besòs, Badalona y Barcelona.

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La medida se ha acordado con los sindicatos, que han dado el visto bueno al acuerdo por temor a que el hospital tuviera que cerrar ante la reducción de los ingresos decretada por el Servicio Catalán de la Salud en 2011. "Y el año que viene parece que tampoco será mejor", ha señalado un delegado sindical en relación a que el presupuesto de Salud para 2012 consolidará los recortes aplicados este año. "El acuerdo garantizará la estabilidad de los trabajadores contratados", han defendido los sindicatos en un comunicado. El pacto, por otra parte, contempla el retorno del descuento del sueldo efectuado a los trabajadores desde junio de 2010.

El ERE del Sant Pau irrita los sindicatos

El efecto de los recortes también se plasma en forma de ERE en el hospital Sant Pau, al que la Generalitat ha contratado este año unos 26 millones de euros menos que en 2010. El centro, también gestionado por la Generalitat y el Arzobispado, suspenderá los contratos de 1.397 empleados durante 15 días para ahorrar 10 millones de euros en 15 meses, según la empresa. Los sindicatos, sin embargo, han lamentado que se trata de una medida injustificada. "En ningún momento la empresa ha demostrado que el ERE era necesario. Disponen de otros recursos para ahorrar ese dinero", ha protestado el sindicato UGT.

La dirección del hospital, gestionado por la Generalitat, el Ayuntamiento y el Arzobispado, presentó el ERE para responder a los ajustes aplicados por la Generalitat. La medida supondrá una suspensión de la jornada laboral en lugar de despidos, defendió la dirección del centro, e irá acompañada del cierre de las consultas externas todos los viernes, paro que engrosará aún más las listas de espera.

El hospital, por su parte, ha insistido en que además de los diez millones que permitirá ahorrar el ERE también ha emprendido un plan de ajuste interno que debería reducir el coste en unos 15 millones hasta 2012. "Si no hubiera recortes no necesitaríamos aplicar el ERE", han justificado fuentes del centro.

Los neurólogos españoles, en alerta por los recortes

Los recortes que aplica la Generalitat en sanidad pública han puesto en alerta a los neurólogos del resto del país. La Sociedad Española de Neurología (SEN), entidad científica que aglutina los neurólogos en España, ha anunciado la creación de una comisión especial para analizar el efecto de los recortes en la atención médica de la sanidad pública catalana.

Los recientes despidos de neurólogos en Cataluña así como la desaparición de una de las unidades de ictus con las que contaba la comunidad han puesto en guardia a la Sociedad, cuya comisión "velará para que los recortes no supongan una disminución de la calidad del servicio", ha señalado hoy la SEN en un comunicado. Precisamente este mediodía, la Generalitat ha aprobado otro expediente de regulación de empleo (ERE) del hospital concertado Sant Pau de Barcelona que afectará a cuatro de cada diez empleados.

La comisión de la SEN se centrará en analizar posibles deficiencias del sistema y de retrasos en la atención de los pacientes catalanes, especialmente en aquellos casos que impliquen "una atención de urgencia".

La entidad alerta de que los recortes "pueden influir muy seriamente" en los pacientes que requieren tratamiento neurológico. Cerca de 1,2 millones de personas padecen alguna enfermedad neurológica en Cataluña mientras una de cada seis se halla en riesgo de padecer un derrame cerebral, según datos de la SEN. Estas cifras "se incrementarán considerablemente los próximos años debido al progresivo envejecimiento de la población", ha recalcado la entidad.

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